A peor. Antes…Hace un tiempo…nada, que vamos a peor, con guerras, desastres naturales, poca democracia… En España, pero también en todo el mundo occidental esas expresiones son habituales. Ahora que se cumplirán 40 años del referéndum de la Constitución, se puede decir que usted vive mejor, pero también vive mejor que hace treinta años y que hace veinte y que, incluso, hace diez años, antes del inicio de la crisis económica. ¿Qué es lo que ocurre entonces? Que no sabemos valorar los datos, que nos guiamos por prejuicios e instintos. Lo ha demostrado el médico y profesor de salud internacional Hans Rosling, junto a su hijo y su nuera, Ola Rosling y Anna Rosling Rönnlund con su trabajo plasmado en Factfulness (Deusto), un verdadero fenómeno mundial, que ha llevado a Bill Gates a regalar el libro a todos los graduados de Estados Unidos.
Rosling falleció de un cáncer, detectado en la recta final del redactado del libro. Empleó sus últimas energías, cancelando el resto de actividades, viajes y conferencias, en el que será un referente mundial en muchos ámbitos educativos, desde la economía a la psicología. En los famosos TED, esas charlas que demuestran por qué el mundo anglosajón ha sabido imponerse --facilidad en la exposición de ideas, con amenidad y utilización de datos y gráficos-- Rosling expone sus investigaciones. Aparece su hijo Ola, y explican cómo los suecos --la familia procede de Upsala, Suecia-- no son mejores que el resto de nacionalidades, aunque se esfuerzan para conocer qué pasa realmente en el mundo. Y bromea con el acierto en determinadas preguntas de los chimpancés, simplemente porque escogen una banana con la letra A, B, o C, al azar, con más criterio que los norteamericanos o los propios suecos.
Bill Gates ha regalado el libro de Rosling a todos los graduados de Estados Unidos
Niñas escolarizadas en el mundo
¿Cuántas niñas finalizan la educación primaria en los países de todo el mundo?, ¿Dónde vive la mayor parte de la población mundial?, ¿Cuántas personas en el mundo tienen acceso a la electricidad? ¿Cuántas especies están más amenazadas en la actualidad? En el mundo, los hombres de 30 años han asistido al colegio una media de 10 años, ¿cuántos años han ido al colegio las mujeres de esa misma edad? Rosling formula esas preguntas, con diferentes opciones, y en la mayoría de ocasiones los entrevistados optan por los peores porcentajes. Se tiende a lo peor, hay esquemas previos que consideran que las mujeres, por ejemplo, tienen mucho menos acceso a la educación que los hombres. “No digo que no haya desigualdad, que no haya situaciones muy injustas, pero las niñas están igual de escolarizadas que los niños, en todo el mundo”, asegura. En esa pregunta, por ejemplo, si los hombres de 30 años han asistido una media de diez años, las mujeres de esa edad han asistido una media de… nueve.
Una de las responsabilidades de tratar bien los datos, pero, principalmente, de cambiar los patrones corresponde a los medios de comunicación. En el libro de Rosling, de su hijo y de su nuera --los dos dirigen desde Estocolmo la Fundación Gapminder, dedicada a ofrecer gratuitamente recursos a educadores de los cinco continentes-- se señala que “los periodistas, los activistas y los políticos también son humanos. No nos están mintiendo. Ellos también son víctimas de una visión del mundo dramática. Igual que todos los demás deberían comprobar y actualizar su visión del mundo y desarrollar formas de pensar basadas en la realidad de los hechos”.
Desastres naturales
Esos hechos muestran que los avances han sido continuos. Que el mundo es cada vez mejor. Uno de los datos para ilustrarlo podría ser el que hace referencia a los desastres naturales. Los vemos más, nos los enseñan más, pero a la pregunta sobre si en los últimos cien años el número de muertes debidas a esos desastres naturales ha aumentado a más del doble; se ha mantenido aproximadamente igual; o ha disminuido a menos de la mitad, la respuesta correcta es esa última: a menos de la mitad.
Hay más salud, mayor bienestar y más crecimiento en todo el mundo, y eso no quiere decir que en algunos países se haya podido retroceder.
Concepción dramática del mundo
Con los datos en la mano --y esa es la gran aportación de Rosling, el tratamiento de esos datos, cómo los obtiene y maneja y cómo los presenta, con la aportación de webs especializadas, un trabajo de Anna Rosling, de forma particular-- las cosas están así:
“Hay una concepción del mundo excesivamente dramática, es estresante y engañosa, y que señala que el mundo está lleno de guerras, con ricos que se han más ricos y los pobres más pobres, y estamos a punto de quedarnos sin recursos naturales. Pero, de hecho, la inmensa mayoría de la población mundial vive en algún lugar situado en la mitad de la escala de ingresos. Pueden que no sean lo que consideramos clase media, pero no viven en condiciones de pobreza extrema. Sus niñas van al colegio, sus hijos son vacunados, viven en familias de dos hijos y quieren viajar al extranjero de vacaciones, no como refugiados. Paso a paso, año tras año, el mundo va mejorando. No en todos los aspectos ni todos los años, sino como regla general. Aunque el mundo se enfrenta a enormes desafíos, hemos realizado avances tremendos. Ésta es la concepción del mundo basada en datos reales”.
Trabajo en equipo
Rosling luchó toda su vida contra los prejuicios. Comenzó su vida profesional en clínicas de India y Mozambique, y acabó en brazos de la élite política y económica mundial. Su nuera Anna presentará su obra el 17 de diciembre en la Fundación Rafael del Pino, en Madrid.
Lo que explica en el libro, un trabajo que se insiste en que ha sido de los tres, y que es producto de una investigación larga, de muchos años atrás, es que tenemos una forma de ver el mundo que es producto de nuestros instintos, que nos ayudaron como especie, pero que ahora deberíamos cambiar por la comprobación empírica de los datos. En las preguntas se equivocan por igual profesores, economistas, comerciantes, estudiantes o altos ejecutivos.
Instintos erróneos
Hay hasta diez instintos que nos llevan al error. Uno de ellos es el de la separación, siempre dividimos en dos, nosotros y ellos, pobres y ricos. Tal vez el más importante sea el instinto de la negatividad. Creemos que todo va a peor. “En gran parte se debe a nuestra tendencia a notar más lo malo que lo bueno. Aquí intervienen tres cosas: el recuerdo equivocado del pasado, la información selectiva por parte de los periodistas y activistas, y la sensación de que, como las cosas van mal, es cruel decir que están mejorando”. En gran medida, la influencia de los medios es determinante, por aquella lección que señala que una buena noticia no es noticia, y que se debe destacar lo extraño, lo raro, lo que va mal. Muchos medios comienzan a ser conscientes de eso, y preparan secciones con una selección de noticias y hechos positivos. Pero no hay consenso sobre eso.
Otros instintos hacen referencia a la línea recta, a la necesidad de considerar de que tiene que haber algún límite, a la sostenibilidad del planeta, en función de la población humana, por ejemplo. También figura el instinto del miedo, del tamaño o de la culpa. Leer el libro cambia la concepción de cada uno de esos instintos. Si se piensa diferente, se actúa diferente.
España, en el mejor equipo
¿Y España, dónde está? Rosling estable un gran cuadro mundial en función del nivel de ingresos y del estado de salud de cada población. En esa división, España aparece en el máximo nivel de ingresos, en el cuatro, y en el cuadrante mejor respecto a la esperanza de vida y salud, junto al grupo de países privilegiados del mundo: Japón, Francia, Australia, Suiza, Francia, Italia, Canadá, Dinamarca, Islandia, Reino Unido o Singapur.
Estados Unidos, por ejemplo, aparece más desplazado hacia la derecha --lo que equivale a más ingresos-- pero bastante más abajo en relación a los criterios de salud y esperanza de vida. Esos son los datos, los de Rosling, los de Factfulness.