Las autoridades de Los Ángeles han retirado una estatua de Cristóbal Colón en el Grand Park de la ciudad estadounidense. La iniciativa se enmarca en una moción aprobada hace un año, que ha sustituido el antiguo Día del Descubrimiento por el Día de los Pueblos Indígenas.
Los dirigentes de la metrópolis californiana pretenden reivindicar con estas medidas el pasado de los pueblos autóctonos, antes de la colonización europea. "La estatua de Colón reescribe un capítulo manchado de la historia que carga de falso romanticismo la expansión de los imperios europeos y las explotaciones de los recursos naturales y de los seres humanos", opina Hilda Solís, autora de la moción, miembro de la junta de Gobierno de la ciudad y secretaria de Comercio de EEUU.
"El mayor genocidio"
A su juicio, la eliminación de la estatua de Cristóbal Colón, que llevaba 45 años en su pedestal, "es un acto de justicia restauradora que honra y abraza el espíritu resistente de los habitantes originales de nuestro condado. Con esto, iniciamos un nuevo capítulo de nuestra historia en el que aprendemos de errores pasados para no repetirlos", afirmó a la NBC.
En la misma línea, el concejal Mitch O'Farrell declaró que la eliminación de la estatua es un "paso natural en los avances para eliminar la falsa narrativa de que Colón descubrió América". En opinión de este miembro de la Nación Wyandot de indios americanos, Colón "fue responsable de atrocidades y sus actos contribuyeron al mayor genocidio jamás registrado. Su imagen no se tiene que celebrar en ninguna parte".
En cambio, el concejal Joe Buscaino, de ascendencia italiana, mostró sus reservas sobre la cancelación del Día de Colón. Y trató en vano de que la moción no saliera adelante: "Con o sin Colón, los italianos continuarán celebrando sus sacrificios y contribuciones a este gran país y nuestra gran ciudad", manifestó.