El Gobierno de Mariano Rajoy demoró dos años la construcción de cinco fragatas en Navantia para adaptarlas a los misiles de la multinacional armamentística MBDA, que presidió en España Pedro Morenés.
Según Eldiario.es, el exministro de Defensa impuso la instalación de dichos misiles, hecho que paralizó un proyecto por valor de 4.000 millones de euros que aseguraba diez años de trabajo en los astilleros de Ferrol. A pesar de que la Armada estaba en contra de implantar el armamento que quería el Ejecutivo del PP, sus demandas no fueron tenidas en cuenta hasta que se produjo el cambio de Gobierno.
Opción "prioritaria"
Defensa consideró "prioritaria" durante la gestión de Morenés y María Dolores De Cospedal, entre 2015 y 2018, la implantación en las fragatas F-110 de los misiles Sea Ceptor, un tipo de proyectil que nunca había sido usado por la Armada, y que la compañía del ministro estaba intentando colocar en el mercado internacional. Hecho que retrasó dos años el proyecto de diseño técnico, según sostiene dicho medio citando fuentes del Gobierno.
Esta decisión causó un enfrentamiento entre la cúpula de la Armada y la Dirección General de Armamento, controlada por el ministro.
Sánchez desatascó la construcción
La situación se desbloqueó en agosto, semanas después de la llegada al Gobierno de Pedro Sánchez y de la toma de posesión de Margarita Robles como ministra de Defensa. En ese momento se descartó la compra de esos misiles, y se sortearon los trámites para que Navantia empiece a construir las fragatas, algo que está previsto en los meses venideros.
Morenés fue ministro de Defensa desde 2011 hasta noviembre de 2016, y fuentes de su entorno han negado su participación activa en la elección del material bélico que su exempresa pretendía colocar en el mercado.