Siempre hay tiempo para hacer activismo independentista, incluso en horas de servicio. El secesionismo en el cuerpo de los Mossos d’Esquadra no es representativo --se calcula que lo profesan unos 400 agentes de una plantilla de 17.000--, pero muy intenso, especialmente en redes sociales. Posar con una estelada, buscar páginas en Internet con eslóganes separatistas o colgar una foto de Carles Puigdemont en la taquilla son algunos de los ejemplos.
De uniforme, mostrando el dedo pulgar de una mano mientras con la otra agarra la bandera independentista junto al coche patrulla. Así posa un agente en una imagen que ha dado la vuelta a internet.
En horas de trabajo
Por su parte, la sargento de los Mossos destinada en Girona, Esther Fornas, colgó en su Instagram la imagen de una taquilla en la que aparece la foto de Carles Puigdemont, al que califica de “presidente exiliado”. Fornas fue acusada de inacción durante el referéndum del 1 de octubre en Cellera de Ter. Un vídeo reproduce la llegada de los Mossos a este municipio gerundense, donde son aplaudidos por no impedir la consulta.
Foto de Carles Puigdemont en una taquilla de los Mossos d'Esquadra
Otro caso es el del jefe de sala de coordinación operativa de los Mossos de Girona, Lluís Cle, que exhibe una imagen de un mosso ante la pantalla de un ordenador en la que se lee la frase “Catalonia is not Spain”. El mando se jacta de que de noche también trabajan "por una Cataluña independiente". "Buena Diada para todos!!".
Un mosso ante un ordenador con la frase "Catalonia is not Spain"
De mosso a asesor
Y tal como informó Crónica Global, Lluís Escolà, el sargento de los Mossos d’Esquadra que ayudó a Puigdemont a huir de España poco antes de ser procesado por el Tribunal Supremo --fue acusado de encubrimiento y sancionado por incompatibilidad de funciones--, sigue acompañando al expresidente en sus periplos internacionales. E informa de ello en su cuenta de Twitter.
“¡Adiós Feroes! ¡Un placer!”, escribió en relación al reciente viaje que el expresident hizo a las Islas Feroes para buscar complicidades para la causa independentista. “Yo, mañana, continuaré asesorando”, añade. El verano pasado, el consejero de Interior, Miquel Buch, fichó a Escolà como asesor con un sueldo de 75.000 euros al año.
Doble vara de medir
Al margen de este activismo en horas de trabajo, los mossos independentistas son muy prolíficos en las redes sociales, donde cuelgan frases y vídeos con las expresiones “España fascista”, “nazis” o “jueces de mierda”. No consta que la Consejería de Interior haya investigado estos insultos proferidos por agentes de la policía autonómica o una posible extralimitación de sus funciones. Tal como ha denunciado una profesora de Girona que fue identificada por quitar lazos amarillos --símbolo de protesta por el encarcelamiento de dirigentes independentistas-- el pasado mes de marzo.
Esta mujer considera que no cometió ningún delito o infracción administrativa. En una segunda queja, arremete contra un mosso independentista que la señaló en las redes sociales por retirar esos símbolos del espacio público. Los Mossos tienen 30 días para pronunciarse sobre las quejas, pero han pasado ya siete meses y no hay respuesta.