El gobierno catalán que preside Quim Torra tiene un problema que ha asumido desde el primer momento, aunque la retórica pueda indicar una cosa distinta. No quiere cometer ilegalidades ni se quiere ligar directamente a iniciativas que traten, por ejemplo, de elaborar una constitución de cara a implementar la “república catalana”. ¿Quién lo puede hacer? Los que han sido cómplices del independentismo en todos estos años, y que han sido promocionados en los medios de comunicación. Ahora ya pueden ser nombrados para organismos que, de forma explícita, trabajen para la “república”.
Es lo que ha hecho el presidente Torra, con el impulso del Fórum Cívico y Social para el Debate Constituyente. La iniciativa se ha encargado a Lluís Llach, que será el presidente del organismo. Y Llach ya ha comunicado quienes serán sus principales colaboradores en el consejo asesor del Fórum. Se trata de viejos conocidos, de activistas que han apoyado todo el proceso independentista, y que forman parte del paisaje mediático que la Corporación Catalana de Mitjans Audiovisuals, (CCMA), en TV3 y en Catalunya Ràdio, ha publicitado. También forman parte, algunos de ellos, de los media privados, como RAC1.
El caso Talegón
Se trata de la periodista Beatriz Talegón, un rostro habitual en TV3, que procede de las juventudes socialistas, y que ha visto una ventana de oportunidad en la defensa del independentismo catalán.
También formará parte de ese consejo asesor Albano Dante Fachín, que ha hecho la guerra por su cuenta en el seno de Podemos en Cataluña, sin que todavía se sepa qué defiende exactamente. Fue secretario general de la formación de Pablo Iglesias en Cataluña, y acabó dimitiendo por sus diferencias con él. Dice que no es independentista y que se debería aprovechar el clima del 1 y 3 de octubre de 2017, cuando, a su juicio, el independentismo supo atraer a los no independentistas por una causa. Pero tampoco sabe explicar en qué consiste esa causa. Como Talegón, aparece de forma constante en los medios de comunicación públicos de la Generalitat.
Beatriz Talegón, procedente de las juventudes socialistas, ha abrazado el independentismo
Baños y la CUP
Otro ya clásico opinador mediático es Antonio Baños. También ha sido cooptado para el consejo asesor del Fórum Cívico. Fue diputado de la CUP en el Parlament, pero discrepó de la decisión de la formación anticapitalista de dejar en la estacada a Artur Mas, en la investidura tras las elecciones de 2015. Y dejó el escaño. Fue recuperado en los medios. Es ya abiertamente independentista, con postulados, eso sí, propios de la izquierda alternativa.
Junto a esos nombres, Llach quiere recuperar a otros exdiputados, como Àngels Martínez, que formó parte de Catalunya sí que es pot, y que se dio a conocer por retirar banderas españolas que habían colocado los diputados de Ciudadanos en el hemiciclo del Parlament. Una buena "acción", por tanto, que tiene ahora esa recompensa.
Antonio Baños, exdiputado de la CUP, participa en tertulias en medios públicos y en Rac1
Abogados
El activismo tiene premio. Otra figura que estará en el consejo es Jordi Domingo, un abogado de Barcelona, que impulsó Constituïm, una plataforma que elabora un proyecto de constitución de República catalana, y que ha llegado a decir que “En España es más barato asesinar que atentar contra la unidad de la patria”.
Entre los elegidos por Lluís Llach destaca también la abogada, que fue diputada de Junts pel Sí, Carmina Castellví; Albert Noguera, Jaume López, Montserrat Palau y Gabriela Serra, esta última exdiputada de la CUP. Y surge otro nombre relevante: Miquel Puig, economista y ex director general de la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió, la ahora CCMA. Puig también está presente en diferentes espacios televisivos.
Dante Fachín, con Oriol Junqueras y Anna Gabriel, en actos independentistas
¿Un plan de futuro?
¿Y para qué ese Fórum Cívico que no tendrá en su seno a especialistas en distintos ámbitos, sino a activistas con proyección pública? Es lo que busca el gobierno de Torra: ganar tiempo, y dejar ese trabajo de propaganda en manos externas.
Según el propio Llach, que presentó la operación, se trata de “definir cómo debería ser el país en un futuro”. Algo parecido a que no tendrá una gran utilidad, si quien lo debe hacer es un grupo de agitadores que se mueven bien en los medios de comunicación.