La derecha con los ojos puestos en Santiago Abascal, el líder de Vox. Toda la atención de Pablo Casado, el líder del PP, en la formación de derecha que, de forma nítida, pide acabar con las comunidades autónomas. Sin embargo, Vox no parece concitar el apoyo de los ciudadanos. El CIS, en su barómetro de octubre, deja al partido en el 1,3%, por debajo del Partido Animalista, el Pacma --que se mantiene en el 1,6%--, y lejos de tener representación en el Congreso.
El partido de Abascal, de hecho, pierde una décima respecto al barómetro de septiembre, y pasa del 1,4% al 1,3%. Pese a ello, a no tener representación, las palabras de José María Aznar, asegurando que el líder de Vox es “un chico lleno de cualidades”, ha posicionado al partido y ha llevado al PP a endurecer su discurso.
Baldoví, el mejor valorado
Al margen de que se pueda situar la lupa sobre las circunscripciones en las que tendría mayor apoyo, como Madrid, lo que podría suponer uno o dos diputados para Vox, el partido de Abascal está lejos de generar un cierto aliento electoral. El acto con 10.000 asistentes en el Palacio de Vistalegre, hace dos semanas, había generado unas expectativas que, por ahora, la demoscopia no recoge.
En cuanto a la valoración de los líderes políticos, el CIS sitúa en primera posición a Pedro Sánchez con un 4,16 sobre 10 respecto a los otros principales dirigentes, Pablo Casado, Albert Rivera. Pero el mejor valorado es el diputado de Compromís, Joan Baldoví, con un 4,75.