Josep Borrell ha convocado al embajador de Bélgica en España, Marc Calcoen, para una reunión. La petición ha sido motivada por las “descalificaciones” que Jan Peumans, presidente del Parlamento de Flandes, ha vertido contra el país y sus autoridades en repetidas ocasiones. Por ello, en la conversación habrá algo más que "advertencias", según las palabras del ministro español.
La última parrafada del político belga contra España ocurrió el pasado miércoles 10 de octubre, durante la inauguración de la exhibición La Revolución de las Urnas, una serie de instantáneas que inmortalizan las cargas policiales del 1-O. Durante su discurso habló del “inadmisible” encarcelamiento de los políticos involucrados en la votación ilegal. “Encerrar a políticos es un acto de violencia”, declaró y comparó la situación política en España con la de Bosnia.
Tercer encuentro
La reunión entre el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación y el representante de Bélgica en España se llevará a cabo hoy a las 19.00 horas. Esta será la tercera vez que Calcoen es llamado por Borrell. La anterior fue hace menos de un mes y la causa también fue la actuación de Peumans.
El político, en calidad de presidente del Parlamento flamenco, envió una carta en apoyo a Carme Forcadell en la que declaraba que “las cosas han ido a peor para la democracia en Cataluña” y que la culpable de este hecho era la actuación el Gobierno central.
Críticas “injustas”
Pero el Gobierno nacional no se conformó con reunirse con el embajador belga en España y se aproximó a las instituciones del país en su propio territorio. Bruselas acogió una reunión entre el encargado de Negocios de España y la Dirección General de Europa del Ministerio de Exteriores belga.
Según las propias declaraciones de Borrell, “hemos hecho lo que teníamos que hacer” ante unas críticas “injustas” e “improcedentes” y recordó que España se encuentra “por delante de Bélgica” en los rankings democráticos.