Trece organizaciones abolicionistas se reunieron el pasado viernes con representantes de Podemos para exigir un “claro posicionamiento abolicionista”. La reunión contó con la presencia de organizaciones encabezadas por Amelia Tiganus, superviviente de prostitución y trata y activista de Feminicio.net. Como representantes de la formación morada, asistieron Sofía Castañón, secretaria de Igualdad y las diputadas Ángela Rodríguez y Rita Bosaho. También formó parte del Congreso la diputada en la Asamblea de Madrid y portavoz en la Comisión de la Mujer, Beatriz Gimeno.
Sofía Castañón y el resto de diputadas explicaron que su partido se encontraba en un proceso de debate interno, por lo que evitaron posicionarse al respecto. Así lo recoge el comunicado suscrito por la Plataforma de Organizaciones por la Abolición de la Prostitución, la Plataforma de permisos parentales iguales e intransferibles (PPiiNA), el Partido Feminista y el Fórum de Política Feminista. Ante la argumentación de las representantes de la formación morada, Amelia Tiganus respondía así en redes sociales: “Yo me enfrento no sólo al estigma de la puta, sino también a toda una mafia, a proxenetas, a puteros, a hombres machistas que aunque no sean puteros no quieren renunciar al privilegio de acceder al cuerpo de las mujeres".
Firmeza contra la prostitución
Rocío Carracedo, perteneciente a la Plataforma de organizaciones por la Abolición de la Prostitución, reclamó a Podemos que apostara por sumarse a las iniciativas que buscan desmantelar la industria del sexo y el proxenetismo.
Entre los asistentes al encuentro se encontraban representantes de la Plataforma Abolicionista Canaria, Fórum Feminista de Madrid, Movimiento Democrático de Mujeres, la Plataforma 7N contra las violencias machistas de Madrid, la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, la Asociación Feminista Tiemar y Comunicadoras 8M.
Rectificaciones y posiciones ambiguas
La prostitución divide y genera debate en el seno de las formaciones progresistas del Parlamento. El pasado agosto, el Gobierno rectificaba su posición respecto a la inclusión de la Organización de las Trabajadoras Sexuales (Otras) en el BOE como institución sindical. Ante ello, la organización en defensa de las trabajadoras sexuales, argumentaba como el ejecutivo adoptaba una “posición acomodada” ante un colectivo que defiende a personas adultas que luchan contra el “feminismo abolicionista”.