La irrupción de Manuel Valls como candidato a la alcaldía de Barcelona –este martes explicará sus razones y su proyecto con una conferencia en el CCCB— y, principalmente, el modo en el que el exprimer ministro francés quiere elaborar su lista—trastoca los planes de todas las fuerzas políticas. El PP, después de jugar con la posibilidad de integrarse en la candidatura, considera ahora que no debe hacerlo. Su nuevo líder, Pablo Casado, ha asegurado este lunes que “un partido con 40 años de trayectoria no puede quedar fuera de Barcelona, y se buscará una candidatura potente”.
Esa misma reflexión la sostiene el concejal del PP, Alberto Fernández Díaz, que ha insistido en los últimos días en que el PP irá a las elecciones municipales con una candidatura propia, aunque no ha garantizado que la vuelva a encabezar él mismo. Con todos los partidos muy activos para poder competir y arrebatar la alcaldía a Ada Colau, el PP quiere ahora potenciar su marca.
Cambio de actitud
La candidatura de Valls se pensó en el entorno de Societat Civil Catalana, pero lanzó la propuesta y la hizo suya Ciudadanos, de la mano de Albert Rivera. Lo que ha ocurrido en los últimos meses, sin embargo, es que Valls, pese a no rechazar el apoyo de Ciudadanos, ha confeccionado un proyecto propio, con un equipo de profesionales que procede del maragallismo, y con la intención de cubrir, desde su candidatura, un abanico político plural, de carácter constitucionalista, pero también catalanista.
Y eso ha abierto las puertas a que partidos como Ciudadanos muestren su inquietud, pero también el PP, dispuesto a integrarse en la lista de Valls antes del verano, como indicó el presidente de la formación en Cataluña, Xavier Garcia Albiol.
A la espera de Cs
Ahora Casado señala que el PP tendrá una lista autónoma, y será la propia campaña electoral la que marcará qué tipo de electorado es capaz de atraer Valls, hasta el punto de que podría dejar al PP fuera del ayuntamiento, si no pasa la barrera del 5% de votos, pero también le podría restar fuerza al exprimer ministro francés, por la dispersión de ese mismo voto.
Según Casado, “el PP se va a presentar en todas las plazas, incluso en Pamplona, donde tenemos un acuerdo a otros niveles, como es el caso de UPN, y también nos presentaremos en Asturias o en Aragón para demostrar que allí donde hemos gobernado las cosas han funcionado”.
Ahora las dudas se centrarán en Ciudadanos, si realmente considerarán como propia la candidatura de Valls, aunque sólo figure algún miembro del partido entre los diez primeros, como es la intención del político francés.