El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acudió en actitud defensiva y de autocontrol a su cita con la siempre incisiva de Ana Pastor. El cruce de tobillos delató al líder del Ejecutivo ante las cámaras de El Objetivo (La Sexta). El asunto de la tesis doctoral de Sánchez ocupó la mayor parte de la entrevista, unos quince minutos, aunque las mejores respuestas las dio a las cuestiones sobre el llamado problema catalán.

Sobre Cataluña, Sánchez fue claro… a medias. Por un lado, declaró que le “gustaría” que el independentismo “hiciera un ejercicio de autocrítica”. “¿Han hecho todo bien? ¿El 6 y 7 de septiembre se hizo bien?”, preguntó, recordando que hay una mayoría contraria a la secesión, aunque minoritaria en el Parlament.

Diálogo

Para el presidente, la solución a una crisis que “dura más de diez años” está en el “diálogo”. Y en ello también tiene importancia el president, Quim Torra, que debería “abrir un diálogo entre catalanes”. El punto de unión se halla “en torno a la idea del autogobierno”.

Menos claro se mostró sobre su opinión por el encarcelamiento preventivo de los dirigentes y políticos catalanes en la causa del procés. Sus ministros Meritxell Batet y Josep Borrell preferirían que no estuvieran encarcelados, pero él se negó a contestar: “Quiero respetar la autonomía del poder judicial; tengo unas responsabilidades… tengo que ser mucho más escrupuloso”. Dio a entender que está alineado con ellos, pero no lo dijo.

La dimisión de Montón

Pero Pedro Sánchez acaba de pasar su semana más dura en los primeros 100 días de gobierno. Ha superado la crisis de su tesis, que achacó a una oposición que, “a falta” de argumentos políticos, “monta ruido”. Denunció la aparición de fake news en España, insistió en que denunciará a Abc, El Mundo y Ok Diario si no rectifican sus informaciones, y deslizó que no comparecerá en el Congreso para explicarse. Según el presidente, ya está todo aclarado: ni plagió, ni escribieron la tesis por él, ni el tribunal le dio un trato de favor. Además, es contrario a “convertir el Congreso en un lugar en el que se planteen cuestiones que nada tienen que ver con la acción política”.

Otra crisis semanal fue la dimisión de la ministra de Sanidad Carmen Montón, precisamente por plagiar su tesis. Pasó de puntillas sobre este asunto, que aprovechó para defender la gestión pública de Montón, que ha dado ejemplo con su “paso al lado”: “Venimos de siete años donde nadie dimitía”. Con todo, defendió el sistema universitario: “Hay que acotar la enfermedad para aplicar una solución”. Convocarán a los rectores para ver en qué pueden mejorar.

Las armas de Arabia Saudí

Más polémicas. Sobre la venta de armas a Arabia Saudí, defendió que el contrato lo firmó el anterior Gobierno y que el suyo solo ha entregado los “proyectiles”. Y, ante el amago de la ministra de Defensa, Margarita Robles, de suspender el acuerdo, él priorizó “las relaciones diplomáticas y comerciales” con ese país y mantener “puestos de trabajo” en Navantia y la Bahía de Cádiz, en los astilleros, donde se fabrican barcos para Arabia.

El Valle de los Caídos es otro de los asuntos de la semana. Aprobada la exhumación de los restos de Francisco Franco (Sánchez espera que el traslado sea efectivo antes de final de año), el presidente plantea que el lugar sea “un cementerio civil”.

¿Elecciones en 2018?

Menos tiempo dedicaron al empleo, presupuestos, impuestos (más allá de que confirmó que no los subirán a la clase media y trabajadora y que, la tasa al diésel, no afectará a los transportistas), pensiones, reforma laboral, el juez Llarena y la inmigración.

Finalmente, ¿convocará elecciones en 2018? "Si he aprendido algo es que, atarnos los dedos, lo justo". "El momento en el que prime el conflicto y no el acuerdo, el Gobierno tendrá que convocar elecciones", explicó. En política, nunca se sabe.