Carles Puigdemont ha respondido a la propuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de realizar un referéndum sobre el autogobierno de Cataluña. El expresidente de la Generalitat reclamó al líder socialista que concrete sus planes, recordándole que Cataluña ya dispone de autonomía. Y que a lo que aspira ahora es a la autodeterminación.
Puigdemont se mostró exigente con el ejecutivo después de reunirse este martes con su antecesor en el cargo, Artur Mas, en su residencia de Waterloo (Bélgica). El encuentro sirvió para que ambos debatieran sobre el nuevo curso político, la preparación de la Diada del próximo 11 de septiembre y la intervención de este martes del actual president, Quim Torra, en un acto en el Teatre Nacional de Cataluña.
"¿El referéndum del Estatut no valió?"
Puigdemont se refirió así a la propuesta de Sánchez de reformar el Estatut y someterlo al voto de los catalanes: "En Cataluña ya hubo un referéndum sobre el Estatut. ¿Para qué quiere otro? ¿Aquél no valió?", preguntó. Pese a ello, el expresidente catalán fugado agregó que "nos gustaría pensar que la receta Sánchez es diferente a la receta Rajoy".
Puigdemont insistió en su idea de que un referéndum es lo que "la gente pide cada año en la Diada y lo que ha votado en las elecciones sucesivamente". Y ha criticado la falta de claridad en la propuesta del Gobierno: "¿Exactamente, quién propone este nuevo Estatut y qué dice que pone?".
"Algo hemos ganado"
"Nosotros queremos negociar con el Estado español la celebración de un referéndum para que Catalunya decida su futuro", manifestó, tras lamentar que en torno a la cuestión catalana hay "mucho griterío". Y pidió "generosidad" y "un gran pacto para escuchar", con contactos "bilaterales" entre los Gobiernos central y catalán sin "líneas rojas".
Puigdemont, por otra parte, se toma con escepticismo la invitación de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, para que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, explique su proyecto ante la Cámara Baja. Aunque admitió que "algo hemos ganado" con respecto a cuándo él fue invitado por Mariano Rajoy.
El 155 y los lazos amarillos
Preguntado sobre si teme que el Gobierno pueda aplicar de nuevo el artículo 155 de la Constitución en el futuro, Puigdemont ha ironizado con que usar la palabra temer es prueba de que "algo falla". Y ha advertido de que "sería un error" recurrir de nuevo a este instrumento. "El 155 no fue una buena receta. Sería un error caer de nuevo en él, en algo que no solo no sirvió para que las cosas fueran en la línea de los inspiradores del 155, sino que se encontró con una respuesta de una sociedad cívica, cohesionada", declaró.
El expresident cuestionó también la recomendación del Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, de que se retiren los se retiren los lazos amarillos de los edificios públicos de Cataluña. En su opinión, la colocación de estos símbolos en solidaridad con los políticos catalanes encarcelados es un ejercicio de libertad de expresión que debe ser "objeto de protección de los Gobiernos, no de restricción". Por ello, ha considerado que el consejo que debe valer en este caso es el del Síndic de Greuges --el Defensor del Pueblo de Cataluña-- "que es la autoridad constitucionalmente reconocida".
'Dardo' a Llarena
El ex presidente de la Generalitat, por otra parte, criticó al Gobierno de Pedro Sánchez por usar dinero público para costear la defensa del juez Pablo Llarena en la demanda civil que Puigdemont y los exconsellers huidos en Bruselas presentaron contra el magistrado del Tribunal Supremo.
"No deja de sorprenderme que, una demanda que cuando la interpusimos fue objeto de toda clase de ridiculizaciones y menosprecios, ahora haya movilizado a los mejores abogados y exigido la movilización de más de medio millón de euros del erario público para defender a un particular", ironizó.