El PDeCAT ha hecho valer este miércoles su fuerza en el Congreso de los Diputados para que el Gobierno de Pedro Sánchez pueda sacar adelante su programa político. El portavoz del partido, Carles Campuzano, ha amenazado con retirarle su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado si no está dispuesto a “avanzar en el diálogo político”.
El político independentista ha asegurado que antes de abordar el debate de las cuentas públicas están “obligados a recordar” a los políticos que están en prisión provisional por la causa del referéndum. Asegura que están “encarcelados de forma injusta” y que la instrucción judicial ha propiciado que parte de este Ejecutivo siga en el “exilio”, como el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.
Sin fijar una posición
“Esa anormalidad política condiciona el clima en Cataluña”, ha manifestado Campuzano en declaraciones a Europa Press. Explica que también tiene impacto en su día a día en Madrid y que condiciona las posiciones del partido que representa.
¿Da el PDeCAT un portazo definitivo a las cuentas públicas? Por el momento, el portavoz en Madrid de la formación indica que están “lejos de haber fijado” su posición respecto a los presupuestos. Señala, asimismo, que antes se deberá fijar una senda de déficit y decidir un techo de gasto, dos cuestiones que el Gobierno y Podemos podrían aprobar mediante un decreto ley.
Sorteo al veto del PP
Campuzano se ha mostrado favorable a la modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria que proponen las fuerzas de la izquierda. Es decir, de retirar al Senado la decisión final sobre el techo de gasto. Con esta medida se intenta sortear el bloqueo del PP ante el proyecto político del PSOE, ya que los de Pablo Casado mantienen la mayoría absoluta en la Cámara Alta.
Además de esta cuestión, para los nacionalistas catalanes resulta básico que las próximas cuentas públicas sean más flexibles con la regla de gasto de los ayuntamientos. Señalan que muchas corporaciones locales presentan superávit, especialmente en los territorios en los que se ha recuperado la actividad inmobiliaria, pero que no pueden llevar adelante sus proyectos ciudadanos porque chocan con las normas de gasto del Estado. Igual que “facilitar” un mayor margen de inversión para las comunidades autónomas.
Diálogo con la Generalitat
Pero todas estas peticiones caerán en saco roto si no se avanza en el diálogo entre Barcelona y Madrid. Campuzano acusa al Gobierno de presentarse a la comisión mixta de julio “sin los deberes hechos” y afea que aún le mantenga los recursos ante el Tribunal Constitucional de determinadas propuestas legislativas de la Generalitat.
Critica, asimismo, que los socialistas se hayan centrado en una “política de gestos” en el inicio del mandato y que se haya planteado una política fiscal “confusa”. Pide al Ministerio de Hacienda que incremente los controles para evitar el “gravísimo problema” del fraude fiscal y que si, finalmente, se aplica un destope en las cotizaciones, también se deberá hacer lo mismo con las pensiones.
Aunque, de nuevo, vincula todo este debate político sobre el nuevo perfil de los presupuestos del Estado al acercamiento con la Generalitat.