La culpa, de nuevo, es del Estado. La Generalitat admite que no tiene centros suficientes para acoger a los menores extranjeros, aunque esta semana ha abiertos sus puertos para recibir a los refugiados del Aquarius, la mitad de los cuales son Menores Extranjeros No Acompañados (MENA). La falta de recursos adecuados provoca que estos niños se escapen y duerman en la calle, como demuestran las imágenes captadas este verano en la Ciutat de la Justícia, refugio de estos chicos extranjeros.
El Govern asegura que la falta de planificación del Ejecutivo español está detrás de esas carencias, pero la situación de los MENA viene siendo denunciada desde hace meses por las ONG y también por los grupos políticos de la oposición. Save de the Children daba la voz de alarma en su informe La situación de los derechos de los menores en Cataluña, publicado en febrero. “Los niños que tienen que migrar y llegan a Cataluña son a menudo considerados primero como extranjeros antes de ser tratados como niños. Aunque la oportuna atención de estos niños y niñas requiere de intervenciones que tengan en cuenta la dureza de la realidad que han vivido y que los ayude desde la resiliencia, con un acompañamiento y apoyo oportunos, se observa una sistemática falta de disponibilidad de recursos adaptados a sus particulares necesidades”.
Crecimiento de los MENA en Cataluña
Según los datos de esta organización, basados en las estadísticas de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) de la Generalitat, en 2016 llegaron a Cataluña un total de 684 menores extranjeros no acompañados y hasta diciembre de 2017, la cifra alcanzaba los 1.489. Respecto a la cifra de refugiados, el año pasado se atendió a 82 niños y niñas a través de los mecanismos de reubicación y reasentamiento. Un total de 47 que procedían de Líbano y Turquía fueron reasentados y 35 originarios de Grecia e Italia, reubicados.
Informe de Save the Children basado en los datos de la DGAIA
“De manera general --añadía el informe--, hay una falta de oferta disponible de plazas a los centros o servicios más adecuados a las diferentes necesidades de estos niños (ya sea centro de protección, pisos asistidos para jóvenes o centros terapéuticos)", lo que hace que los jóvenes "acaben escabulléndose” en algunos casos. En este sentido, el PSC advirtió de que un total de 1.281 menores extranjeros no acompañados se encontraban en paradero desconocido. Una afirmación basada también en los datos de la DGAIA.
¿Dónde viven?
Si el año pasado llegaron a Cataluña 1.489 menores extranjeros no acompañados, pero solo se crearon 208 plazas para atenderles ¿dónde están los 1.281 menores de diferencia? Esto es lo que se preguntaron los diputados Raúl Moreno y Beatriz Silva, quienes ya presentaron una batería de preguntas parlamentarias dirigidas al Govern sobre este asunto. Ahora han vuelto a registrarlas, tras conocerse que esos MENA siguen durmiendo en la Ciutat de la Justícia, así como en las oficinas administrativas de la DGAIA en Barcelona.
Esta situación obligó al consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir El Homrani a dar explicaciones a finales de julio. Según explicó el consejero, las llegadas de menores durante este año superaban los 1.451 menores, cifra que supera ya las registradas en todo 2017. Solo en el mes de julio se habían atendido a 440 menores no acompañados.
Bassa: "Los menores nos llegan de Ceuta y Andalucía"
Al igual que su predecesora, Dolos Bassa, El Homrani culpó al Gobierno español de la mala planificación. Bassa provocó una fuerte polémica al asegurar, en respuesta a una intervención de Ciudadanos en el Parlament, que "la mayoría llegan de otros lados del Estado como es Ceuta y Andalucía donde ustedes están gobernando. Hable con los suyos de Ciudadanos en Andalucía y les pregunta por qué vienen a Cataluña".
Ante esta falta de recursos, El Homrani anunció la creación de 458 nuevas plazas, 240 de primera acogida y servicio integral; ocho plazas en pisos asistidos de 16 a 18 años; 68 plazas en pisos asistidos para mayores de 18 años; cuatro en pisos de asistencia para mayores de 18 años con discapacidad y/o problemas de salud mental; 48 en residencias para jóvenes en procesos de Reinserción social y laboral de18 a 21 años y 60 plazas en centros de protección de emergencia.
Impagos de los conciertos
En junio, la Fundación Ibn Battuta, que desde hace más de 25 años se dedica a la inclusión de jóvenes de origen magrebí, denunció el impago --por parte de la Generalitat-- de los conciertos correspondientes a los cinco primeros meses de 2018, que ascendían a 500.000 euros. De nuevo, la culpa se atribuyó al Estado por la aplicación del artículo 155.
Pese a ello, el pasado martes, el presidente Torra ofreció tres puertos catalanes para acoger a los refugiados del Aquarius, un total de 141, de los cuales más de la mitad eran menores no acompañados. Lo hizo a través de las redes sociales. 24 horas después, el secretario de Inmigración de la Generalitat, Oriol Amorós, advertía de que los equipamientos de la DGAI están “sobresaturados”.