El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés, ha exigido este domingo al Gobierno de Pedro Sánchez que intervenga ante los “ataques a la libertad de expresión” que asegura que existen en Cataluña. El líder independentista atribuye esta creciente oleada de sucesos a la retirada de lazos amarillos y banderas esteladas de las calles y carreteras que se han dado este verano. Situación que han provocado choques entre los que ponían los símbolos y los que intentaban sacarlos.
La Generalitat ha iniciado una cruzada para mantener los emblemas independentistas. La consejería de Interior ha divulgado este fin de semana una actuación de los Mossos d’Esquadra en la que se ha identificado a un grupo de 14 personas que se había organizado para quitarlos.
Multas de 30.000 euros
Este grupo se enfrenta a multas que van de los 600 a los 30.000 euros. El departamento liderado por Miquel Buch les atribuye una “presunta infracción grave de la Ley 4/2015 de seguridad ciudadana”. Considera que han provocado “daños en el dominio público”. El cuerpo de seguridad catalana ha informado que no existe ninguna denuncia contra la actuación.
Aragonés ha hecho referencia a esta identificación. Especialmente por la presencia de un Guardia Civil entre las 14 personas identificadas. “Pedimos al Estado que vigile a sus uniformados”, ha manifestado en un acto de ERC en las fiestas del barrio de Gracia de Barcelona.
También atribuye esta reclamación a la agresión denunciada por un fotoperiodista por parte de un agente de la Policía Nacional mientras caminaba por el centro de la capital catalana. “Ya basta con tanta impunidad”, ha asegurado el republicano.
Fractura social
Aragonés afirma que los que retiran lazos amarillos y esteladas de la vía pública “quieren provocar una fractura social y no lo conseguirán”. Asegura que es esta actitud la que divide a la sociedad catalana. Ha cargado especialmente contra Ciudadanos, el partido que ha animado a la ciudadanía a acabar con la presencia de símbolos independentistas en las calles mediante su retirada.
Según el vicepresidente de la Generalitat, esta pugna no se dará en la futura república catalana. “Se fundamentará en los derechos y en las libertades”, ha asegurado, “donde nadie tenga que sufrir para colgar una pancarta contra el Jefe del Estado”.