Los impuestos propios de la Generalitat generan más ingresos, debido a la mejora de la actividad económica, con una contribución todavía notable, pese a las reformas de los anteriores gobiernos de Artur Mas, del impuesto de Sucesiones y Donaciones. Entre enero y junio de 2018, la Agencia Tributaria de Catalunya (ATC) recaudó hasta 1.491 millones de euros, lo que equivale a un aumento del 9,61% respecto al año anterior. Y de ese total, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones generó 270 millones de euros, con lo que crece un 17,81% en relación al mismo semestre de 2017.
Antes de la reforma de CiU, que fue la primera decisión de Mas cuando accedió al Govern tras las elecciones de 2010, el mismo impuesto generaba ingresos por encima de los 400 millones de euros, y, justo antes de la reforma, también a la baja, que realizó el tripartito en el mandato del presidente José Montilla, entre 2006 y 2010, el mismo tributo había generado ingresos por encima de los 600 millones de euros. Con las negociaciones entre Convergència y Esquerra, con las presiones también de la CUP, Mas recuperó parte del impuesto. Las cifras indican que sigue siendo una fuente de ingresos notable.
El impuesto sobre los pisos
Es el que sube más, con ese 17,81% respecto al año anterior. El más importante, por ingresos totales, es el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, que da cuenta, en realidad, de la evolución del sector inmobiliario, de las compras y ventas de pisos. La recuperación de la actividad económica provoca una subida directa en ese impuesto. La Generalitat llegó a ingresar, antes de la crisis económica hasta 3.000 millones por ese concepto.
La idea de que era una especie de ingreso estructural provocó que, con su caída, la falta de ingresos fuera una tragedia para la administración autonómica. Ahora, considerado un buen momento, el tributo ha proporcionado en el primer semestre de 2018 un total de 1.002, 8 millones, lo que resulta un aumento del 5,08% más que hace un año. Lejos, todavía, en todo caso, de los ingresos más altos de 2007 o 2008.
El impuesto sobre el juego
El resto de impuestos propios generan menos ingresos, pero no por ellos importantes para la Generalitat, que se nutre, principalmente, de los impuestos del Estado cedidos a las autonomías. El tributo sobre el juego, por ejemplo, generó 121,1 millones, un 26,53% (el que más sube). Respecto al impuesto sobre estancias en establecimientos turísticos los ingresos han sido de 20,8 millones de euros, lo que supone un 29,8% más. En cuanto al tributo sobre grandes establecimientos comerciales, los ingresos han bajado un 18,4%, y el que grava a las viviendas vacías, también ha descendido un 13,1%, hasta los 16,3 millones de euros.
Uno de los más polémicos que impulsó el Gobierno catalán, forzado por la CUP para poder aprobar los presupuestos, es que se impuso sobre las bebidas azucaradas. Los ingresos han sido de 19 millones de euros, en la primera recaudación que se realiza desde que entrara en vigor, el 1 de mayo de 2017.
Los impuestos del Estado
Todos esos ingresos responden a los tributos propios de la Generalitat, los que gestiona la Agencia Tributaria de Cataluña. Los que gestiona el Estado y se transfieren a las comunidades autónomas representan, en el caso de Cataluña, un total de 100,4 millones de euros, un 0,61% más que en 2017. Si se unen los dos conceptos, propios y cedidos, los ingresos han alcanzado los 1.601,2 millones de euros, un aumento del 8,94% respecto al mismo periodo de 2017, lo que demuestra que la mejoría de la economía se traduce en mejores condiciones económicas para la Generalitat, igual que para el resto de autonomías.
El departamento de Economía, que dirige el republicano Pere Aragonés, ha señalado, a través de un comunicado, que si se incluyen los anticipos por el modelo de financiación autonómica, el total recaudado en Cataluña en todo ese primer semestre llega a los 10.252 millones de euros, lo que significa un 5,98% más si se compara con el primer semestre de 2017.
Presupuestos
De cara a los presupuestos de 2019, el Gobierno de la Generalitat podría contar, además, con unos 480 millones de euros adicionales, si se acaban aprobando los presupuestos del Estado en el Congreso. Y es que el Gobierno del PSOE negoció con la Comisión Europa un aumento de los objetivos de déficit de cinco décimas, un 0,5% más, y dos de ellas se proporcionaban a las comunidades autónomas, para que pudieran tener más margen en las cuentas. Sin embargo, en el primer trámite para ello, el techo de gesto, los partidos que dan apoyo al gobierno catalán, el PDeCAT y ERC, decidieron abstenerse, con lo que no fue aprobado en el Congreso. En septiembre el Gobierno del presidente Pedro Sánchez volverá a intentarlo.
Aragonés, pese a todo, desea aprobar las cuentas de la Generalitat para el próximo año, aunque no tiene los votos asegurados de la CUP, que serán imprescindible. En esa tesitura el presidente Quim Torra ha manifestado que se deberá convocar elecciones, una decisión que rechaza el consejero de Economía y vicepresidente de la Generlaitat.