ERC ha expulsado al concejal y actor Juanjo Puigcorbé de su grupo municipal en el Ayuntamiento de Barcelona después de que éste fuera acusado de maltrato laboral. El electo republicano e intérprete habría actuado con "menosprecio y soberbia" en la Diputación de Barcelona, donde es diputado delegado de Cultura.
Según un informe del organismo supramunicipal que ha avanzado El Periódico, Puigcorbé dimitió hace tres semanas de los dos cargos después de que el documento constatara su "poco respeto" por los técnicos de la Diputación y la falta de confianza en los empleados.
Se aferra a la silla
Pese a su renuncia, el actor de series como Felipe y Letizia ha cambiado de opinión y aguantará su acta de concejal, continuando como electo no adscrito en el pleno municipal de Barcelona hasta el final del mandato en 2019. Hoy jueves, 28 de junio, ha negado las acusaciones y que hubiera dimitido, y ha circunscrito las acusaciones de maltrato a sus subordinados a "una o dos personas".
En un tono jocoso, Puigcorbé, que fue el número dos de Alfred Bosch en Barcelona en las elecciones municipales de 2015, ha tuiteado un mensaje de rechazo a la versión aportada al informe de la Diputación desde su cuenta oficial de Twitter. "Creo que falta el comentario Se subía encima de las mesas de los empleados incitándolos a la rebelión y al trabajo sobrevenido”, ha señalado.
"Poco respeto"
Cualquiera que fuere su interpretación de los hechos, el infome de la Diputación sobre la gestión de Puigcorbé, elaborado por una empresa externa, aflora "injerencias externas", "falta de confianza" en los trabajadores y "poco respeto por los técnicos". Asimismo, el documento constata "órdenes contradictorias" y asunción de funciones inusuales, que generaron "estrés, malestar y nervios" en sus subordinados.
El nuevo presidente de la Diputación de Barcelona, Marc Castells, ha anunciado una investigación interna sobre la filtración del informe. Según el también alcalde de Igualada, la investigación "era confidencial y no estaba terminada". Castells ha precisado que el organismo que preside no encarga informes sobre personas concretas, sino sobre el "clima laboral" en la institución.