Los hermanos Roca sufren el repudio de algunos sectores del independentismo por ceder el centro de eventos Mas Marroch, en Vilablareix, para la entrega de los Premios Fundación Princesa de Girona (FPdGi), después de que Girona se negara a abrir el auditorio a los Reyes para la ocasión como es tradición.
El alcalde de Vilablareix (Girona), David Mascort (ERC), fue el primero en rechazar la visita de Felipe VI y Letizia a su pueblo tras la postura de los hermanos Roca. “No podemos aceptar de ningún modo que una entidad que representa a quienes nos pegan, nos encarcelan o nos hacen irnos del país vengan a montar fiestecitas a Vilablareix. ¡No olvidamos!”, tuiteó el también secretario general del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat.
"No es bienvenido"
Sin embargo, un día después, Mascort elogiaba por la misma red social a los tres hermanos Roca y a sus familias: “Sólo puedo decir cosas buenas de Joan Roca, Josep Roca y Jordi Roca y sus parejas, Anna, Encarna y Ale. Ejemplo de compromiso, implicación con su entorno, trabajo, rigor y profesionalidad. Desde el Espacio Mas Marroch siempre colaborando con Vilablareix”.
Vilablareix acogerá los premios el 28 de junio. Pero el evento organizado por la FPdGi incluye al día siguiente unas jornadas en la localidad de Caldes de Malavella, cuyo ayuntamiento se posicionó en contra en un primer momento. A través de un comunicado, el consistorio, gobernado por Salvador Balliu (PDeCAT), manifestaba su “profundo rechazo” a la presencia en el municipio del Rey: “No es bienvenido”.
Repartieron comida durante el 1-O
El texto criticaba el discurso que Felipe VI realizó dos días después del referéndum del 1 de octubre, prohibido por el Tribunal Constitucional, y señalaba que “la FPdGi puede contratar y hacer lo que quiera en unas instalaciones privadas, pero debe saber que, en las calles y plazas no será nunca bien recibido”.
Crítico pero también respetuoso, Lluc Salellas, el concejal de la CUP en el Ayuntamiento de Girona, ha publicado una carta abierta a los hermanos Roca en la que les invita a replantearse su decisión. Habla “desde el respeto y la admiración” al proyecto gastronómico de los anfitriones de la gala de los premios, a los que reconoce que colaboraron con el colegio electoral de su barrio en la jornada del 1-O, ya que repartieron alimentos entre los voluntarios.
El Valle de los Caídos
Incluso el expresidente catalán Carles Puigdemont publicó un tuit dos días después del anuncio de la sede y, desde su conocimiento personal de los Roca como exalcalde de Girona, matizó que su “calidad” y “compromiso con la cocina y el producto de proximidad representan una de las mejores caras del país al mundo”: “Puedo dar fe y nunca se lo podremos agradecer suficientemente”, concluyó.
Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha condenado en Espejo Público, de Antena 3, las persecuciones, aunque ha deslizado que comprende las protestas contra el Rey en Girona, por el discurso del monarca del 3 de octubre, y porque la región fue una de las más castigadas por las acciones policiales durante el referéndum ilegal del 1-O.
No obstante, los comentarios en las redes son más duros si cabe. “Botiflers”, “han perdido un cliente”, “se ha acabado El Celler de Can Roca”, “lástima que el 99% de catalanets leprosos e imbéciles seguirán yendo a comer a Can Roca, igual que continúan mirando esta TV3 podrida, teniendo dineros en La Caixa y votando a ERC”… Más aún, hay quien llama al boicot o compara el Valle de los Caídos con El Celler de Can Roca.