El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha advertido este sábado sobre las consecuencias de la pelea entre los partidos independentistas para convertirse en la formación hegemónica de los defensores del procés. “Corremos el riesgo de concentrarnos sólo en esta pugna interna por el trasvaso de votos”, ha asegurado en una entrevista en RAC 1.
Señala que esta lucha entre PDeCAT y ERC, básicamente, impide trabajar para el objetivo que considera que debe ser primordial en estos momentos. Reclama “ampliar la base del independentismo”. ¿Cómo? Mediante un trabajo constante de “convencimiento” de los que aún no han abrazado las tesis del soberanismo. “Debemos ir a las fronteras y fabricar independentistas y republicanos”, ha reclamado.
Llamamiento a la autocrítica
El líder de ERC también hace un llamamiento a la “autocrítica”. Ha evitado cargar contra las declaraciones de la exconsejera de Enseñanza, Clara Ponsatí, en las que reconocía que el Govern de Carles Puigdemont jugaba al póker con Rajoy e “iba de farol”. “Son respetables”, ha relatado, “ahora nos toca mirar al futuro con lo que hemos aprendido en los últimos meses”.
Torrent pide que se “saquen las lecciones oportunas” de lo ocurrido en Cataluña en los últimos nueve meses. Aunque ha eludido describir los errores del anterior Gobierno de la Generalitat.
Fractura social
Por otro lado, niega que exista una fractura en la sociedad catalana por cuestiones políticas. “No hay ruptura o tensión social como algunos quieren hacer ver”. Carga contra ciertos “discursos que quieren proyectar una voluntad o deseo más que una realidad”. Unas declaraciones que hacen referencia a Ciudadanos y PP.
Defiende, asimismo, la denuncia ante el Tribunal Supremo contra el magistrado del procés, el juez Pablo Llarena. Afirma que es la forma de defender los derechos de todos los diputados catalanes. Incluso los que están en contra de la medida, como los del partido liderado por Inés Arrimadas que amenaza con una contrademanda por malversación.