Elsa Artadi toma el control del Govern
Carles Puigdemont apostó por ella, que se ha crecido como consejera de Presidencia, ante Quim Torra, que sigue sin saber qué quiere hacer
14 junio, 2018 00:00Los equilibrios de poder en el seno del Gobierno catalán se decantan hacia Elsa Artadi, la consejera de Presidencia y portavoz del Ejecutivo que preside Quim Torra. Sus primeras decisiones, órdenes internas y sus mensajes a los medios de comunicación, a pesar de esa presencia juvenil –pese a una edad ya madura (42 años)— denotan, según fuentes conocedoras del Govern, que se ha hecho con el control. En contraste con esa actitud, el presidente sigue dudando sobre su papel, sin saber qué puede o debe hacer en los próximos meses, como así lo han percibido algunos de sus interlocutores en los últimos días.
Se trata de un doble objetivo que pretendía conseguir Carles Puigdemont. Si bien apostó desde el primer momento por Artadi para que le sustituyera en la presidencia una vez se renunciara a convocar unas nuevas elecciones, el expresident se inclinó por Torra, tras asegurarse de que éste no querría tomar decisiones sobre el rumbo del proceso soberanista sin las oportunas consultas. Para Artadi se reserva otro papel, el de candidata en el momento en el que se vea la necesidad de ir a unas nuevas elecciones, en función de las sentencias sobre los políticos presos, tras el final de la instrucción del juez Pablo Llarena.
La mejor, entre perfiles bajos
Eso podría suceder en otoño, o en el primer trimestre de 2019. En ese último caso, la opción del independentismo, del núcleo de Junts per Catalunya –con reticencias por parte de ERC— sería la de aprovechar las elecciones municipales para buscar una victoria “como en las municipales de 1931”, como propugna el gurú de Puigdemont, el historiador Agustí Colomines.
Pero eso llegará. Ahora la prioridad es recomponer el Govern, y a ello se dedica Elsa Artadi, que aprovecha su experiencia en el Ejecutivo de Carles Puigdemont como directora general de Coordinación Interdepartamental. Artadi, que pertenece a ese núcleo de Junts per Catalunya después de dejar el PDeCAT poco antes del inicio de la campaña electoral del 21D, tiene una ventaja, y es que los consejeros de partido, que siguen obedeciendo al PDeCAT, tienen un perfil más técnico, centrados en sus áreas de gestión, como Damià Calvet, al frente de Territori i Sostenibilitat, o Angèls Chacón, consejera de Empresa i Coneixement. Junto a Artadi, en ese núcleo de confianza con Puigdemont, figura Miquel Buch, consejero de Interior, y que quiere pelear por la dirección del PDeCAT, que deberá afrontar un congreso decisivo a mediados de julio.
Viejos rockeros
Con ese poder en manos de Artadi, dirigiendo la política del Govern, y con la misión de mantener un discurso más retórico que real, pero que sirve para seguir el relato del “mandato democrático del 1-O”, el equilibro lo tratan de conseguir Pere Aragonés, como vicepresidente, de Esquerra Republicana, y el consejero de Educación, Josep Bargalló, un viejo rockero que ya fue miembro del Govern con los ejecutivos tripartitos. Esa difícil convivencia, con intereses diferentes, acabará aflorando, según señalan las fuentes consultadas, a medida que se acerque la posibilidad de convocar elecciones, que, sin embargo, y ahí reside la paradoja, sólo las puede decidir el presidente Quim Torra.
¿Y qué hará Torra? Es un misterio. Por ahora sólo está pendiente de terceros, de la ANC, por ejemplo. El presidente se reúne con los dirigentes políticos, y con la oposición, que se ha arrogado el socialista Miquel Iceta, mientras apoya, en su cuenta de Twitter, la iniciativa de la ANC de pedir que el 1-O pueda ser un día festivo, para conmemorar el referéndum que no fue.
Todos, a la espera de Torra
En el Parlament, el equilibro de fuerzas todavía no se ha decantado. Junts per Catalunya y Esquerra se vigilan, y dentro de Junts per Catalunya, el núcleo de dirigentes fieles a Puigdemont mira de reojo a los diputados de obediencia del PDeCAT, que ha podido desmarcarse en las últimas semanas y que tratará de potenciar esa posición a partir del congreso de julio. Por ahora, ya ha conseguido dos victorias, la de votar a favor de la moción de censura de Pedro Sánchez, ya presidente del Gobierno de España, y la de colocar a Marc Castells al frente de la Diputación de Barcelona, en sustitución de Mercè Conesa, que pasa a dirigir el Port de Barcelona.
En esas distintas parcelas de poder, sin embargo, Artadi se ha hecho con el control del Govern, mientras Torra busca su nuevo papel en el mundo. La oposición y el Gobierno de Sánchez esperan que acabe tomando decisiones, sin necesidad de hablar con el vecino de Berlín, o de recibir las órdenes de la propia Artadi.