Homenaje en Malpica a Pardines, para recordar el 50 aniversario de su asesinato por ETA

Homenaje en Malpica a Pardines, para recordar el 50 aniversario de su asesinato por ETA

Política

La Guardia Civil reivindica a Pardines en la discusión por el relato frente a ETA

Los homenajes a la primera víctima de la banda terrorista se suceden frente a otros actos de la izquierda abertzale que recuerdan a su asesino

8 junio, 2018 00:00

La banda terrorista ETA ya no existe. Se ha disuelto, pero la batalla por el relato será ahora decisiva en el País Vasco. Es lo que preocupa a historiadores, sociólogos, pero también a muchos sectores de la sociedad vasca que temen la potencia de la izquierda abertzale y la posible falta de coraje de las instituciones, y del gobierno vasco.

La Guardia Civil lo tiene claro, y por eso ha ido preparando homenajes a José Antonio Pardines Arcay, que perdió la vida el 7 de junio de 1968, hace justo 50 años, asesinado por ETA, por Francisco Javier Txabi Etxebarrieta Ortiz, que ha sido convenientemente homenajeado, a su vez, por la izquierda abertzale.

A vueltas con la ley de memoria histórica

No es una cuestión menor. El periodista y escritor norteamericano David Rieff publicó el pasado año el libro Elogio del olvido, en el que reivindica que en determinados conflictos, en países y territorios en los que la batalla ha sido cruenta, lo mejor es mirar hacia delante y no dar vueltas al inmediato pasado.

Rieff habla de la antigua Yugoslavia, de Bosnia, de Irlanda, pero también de España, con la percepción de que se ha querido ser justo con ese pasado y con todas las víctimas, aunque con algunos reproches a medidas como la ley de memoria histórica.

¿Quién interpreta lo que ocurrió?

Pero en el País Vasco lo que se debate ahora es cómo explicar lo que sucedió, a partir, precisamente, de ese primer asesinato en 1968. Y la prueba es que quien hace más ruido, quien moviliza y quien todavía mantiene el pulso en la sociedad vasca, pese a la reacción ciudadana, es esa izquierda abertzale, que ha visto en los homenajes al etarra Txabi una forma de reivindicar un primer legado, que tenía un componente político contra la dictadura que, después, se desvaneció por completo, asesinando simplemente por asesinar.

El agente de la Guardia Civil paró un coche sospechoso aquel 7 de junio de 1968. En su interior viajaba Txabi junto a otro etarra y un colaborador. Pardines murió asesinado, y Txabi, que huyó tras el asesinato, acabó muerto a tiros de otros agentes de la Guardia Civil.

El inicio de ETA

La víctima fue Pardines, nacido en la localidad coruñesa de Malpica, que se ha volcado en los reconocimientos públicos, además de otros en el País Vasco, como el celebrado en el cuartel de Intxaurrondo, donde acudió el ya exministro del Interior Juan Ignacio Zoido. En Malpica se acogió este pasado miércoles la presentación de la obra Pardines, cuando ETA empezó a matar, con la historia de la banda terrorista, con la colaboración de la Xunta de Galicia, que ha puesto en marcha distintas iniciativas.

Los homenajes, los reconocimientos, forman parte de los esfuerzos de muchas entidades y ciudadanos por explicar qué pasó y por qué pasó, ahora que ya no existe la banda terrorista. El historiador José María Portillo considera que ese será el mayor temor a partir de ahora, que el nacionalismo vasco, en su conjunto, domine el relato, que se llegue a reinterpretar y a “blanquear” lo que fue, en realidad, sólo una banda terrorista sin ninguna justificación política.