El PNV se inclina por asumir la moción de censura de Pedro Sánchez y dejar a Mariano Rajoy en la estacada, aunque todo estaría sujeto a la posible dimisión del presidente.
Los nacionalistas vascos acabaron reaccionando a la enorme presión que se iba articulando a su alrededor con la convocatoria de una ejecutiva, el EBB, que tomará una decisión final tras escuchar el discurso de Sánchez y la presentación de la moción por parte del secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos. Pero, según fuentes próximas al PNV, comenzó a primar una idea: la de asegurarse un tiempo sin convocar elecciones, más o menos hasta las próximas municipales y autonómicas, una posibilidad que sólo podría asegurar, curiosamente, la candidatura de Sánchez.
El PNV, liderado en Madrid por Aitor Esteban, ha comenzado a pensar en la moción de censura de Sánchez a partir de las negaciones. Es decir, qué pasaría si mantiene a Rajoy en la Moncloa. Y en ese caso, es consciente de que Rajoy difícilmente podría asegurar un año o dos más de legislatura.
No a nuevas elecciones
Entre otras cosas porque, tras la moción de censura de Sánchez, Podemos presentará la suya y, según Pablo Iglesias, sólo será para convocar elecciones, con una fecha pactada con antelación, algo que no podría rechazar Ciudadanos, que pide exactamente eso a Sánchez, ni tampoco el PSOE, que recibirá este viernes los votos de Podemos. En este último caso, fuentes socialistas no ven esa reciprocidad de forma automática. Ya se verá, apuntan.
Lo que no quiere el PNV son elecciones anticipadas, y, paradójicamente, eso lo podría asegurar más Sánchez que Rajoy. El temor de los nacionalistas vascos es que las encuestas de los últimos meses se traduzcan en hechos reales, y Ciudadanos acceda al poder con cierta comodidad, aunque, aún en el mejor de los casos, debería llegar a acuerdos para poder gobernar, fuera a su izquierda, con el PSOE, o con el PP.
El dinero en las municipales
La otra cuestión importante se centra en las elecciones municipales de junio de 2019. Los alcaldes del PNV deberían asumir que su partido ha aguantado a Rajoy, frente a las críticas de Podemos en el País Vasco, Elkarrekin Podemos, y de Bildu. En el País Vasco, con esas municipales se eligen también las juntas forales, absolutamente determinantes en la comunidad, al gestionar más dinero que el propio gobierno autonómico. ¿Puede ir el PNV de la mano de Rajoy a esas elecciones?
Sin embargo, los que quieren decidir con detalle la decisión señalan el acuerdo con el PP sobre los presupuestos con unas inversiones de unos 500 millones de euros. El presupuesto, aparentemente, no estaría en juego, pendiente sólo del trámite del Senado. Pero el PP, si se queda en la oposición, podría tomar decisiones, al contar con mayoría absoluta en la Cámara. Para entender la importancia de esas cifras, es necesario recordar que el presupuesto vasco para 2018 fue de 11.486 millones de euros.
Al lado de Convergència
El PNV los aprobó en diciembre de 2017, ya con el 155 vigente en Cataluña, con los votos a favor del PSE, los socialistas vascos, y la abstención del PP vasco, y tras duros reproches de Bildu y de Elkarrekin Podemos, justificados, precisamente, por el 155 que ahora se levantará en Cataluña tras la constitución de un Gobierno “efectivo”.
Las conversaciones con el PDeCAT han sido intensas en las últimas horas. Son diputados que se conocen desde hace años, y que han compartido impresiones y negociaciones.
Hasta otoño de 2019
Y la decisión de los partidos catalanes –el PDeCAT en el Congreso, con hombres como Carles Campuzano o Jordi Xuclà, mantiene el espíritu de lo que fue Convergència Democràtica— de apoyar la moción puede acabar de inclinar la balanza para el PNV. También Esquerra Republicana tiene decidido votar a favor de Sánchez.
Con los presupuestos aprobados, con escaso margen ya para suspenderlos, Pedro Sánchez podría llegar a otoño de 2019. En junio, tras las elecciones municipales y autonómicas, Sánchez debería afrontar una votación decisiva: el techo de gasto de los siguientes presupuestos, y eso, con un Congreso totalmente fragmentado, sería del todo imposible. Pero el líder del PSOE podría encarar unas elecciones desde el Gobierno, con un PP en crisis y con Ciudadanos tal vez menos encaramado en las encuestas.