Carles Puigdemont ha elegido al diputado Quim Torra como candidato a la presidencia de la Generalitat. Ha informado de ello en su canal de Youtube, renunciando así al enfrentamiento con la justicia, que le ha impedido ser ungido a distancia, y apurando los tiempos para evitar elecciones, pues el plazo para proponer candidato se agota el 22 de mayo. El Parlament debe fijar ahora una fecha para celebrar la investidura.
Torra, un independiente que formó parte de las listas de Junts per Catalunya, mantiene unas excelentes relaciones con la CUP debido a su radicalidad ideológica, que demostró durante las negociaciones con los antisistema para desencallar la investidura. Torra está llamado a ser un presidente provisional, telecontrolado por Puigdemont desde su exilio. A pesar de la suspensión, por parte del Tribunal Constitucional, de la reforma de la ley de presidencia y del Govern que le hubiera permitido ser investido de forma telemática, el de Girona no renuncia a ser investido en un futuro.
Reivindica el mandato del 1-O
En su mensaje, Puigdemont ha expresado su confianza en que Torra, expresidente de Òmnium, reciba el número de votos suficientes para evitar elecciones. "Quienes no querían una nueva convocatoria electoral tienen ahora la oportunidad", ha dicho. Ha agradecido a Torra que asuma esa responsabilidad en "una situación extrema". Una responsabilidad que, dice, pasa por cumplir con el mandato del 21D.
El expresidente autonómico ha dicho que "ha quedado clara la intolerancia por parte del Gobierno del Estado que ocupa unas instituciones que los catalanes no quieren que lo sean", por lo que se compromete a seguir defendiendo "el mandato del 1 de octubre (referéndum)". Y ha subrayado de nuevo la represión de las fuerzas de seguridad del Estado en esa fecha.
Llamamiento al diálogo
"Tenemos la oportunidad de desarrollar el mandato del 1-O y construir el país de libertades y derechos que millones de personas están reclamando", ha afirmado. "Desde el 21 de diciembre --ha añadido-- no tenía excusa y ahora menos todavía para actuar como un Estado democrático, que es pactar y dialogar. La democracia española no se merece unos gobernantes que actúen contra los principios básicos de la democracia".
"Es necesaria la máxima unidad y fidelidad al pueblo de Cataluña", ha concluido.