El 'think tank' Catalans Lliures durante un debate

El 'think tank' Catalans Lliures durante un debate

Política

El 'think tank' para la vía liberal hacia la independencia

Catalans Lliures no acepta financiación pública y busca ser influyente "en materias de Estado" en el actual debate constituyente independentista que lidera la CUP

29 abril, 2018 00:00

Independentistas sí, pero no al precio de una Cataluña sometida a los postulados socialistas de la CUP, principal organización que está marcando el rumbo del llamado procés secesionista en el que están inmersos los partidos independentistas y una parte de la sociedad catalana.

Catalans Lliures es un nuevo think tank liberal que quiere participar en el debate político actual con propuestas liberales y ser influyentes --explican a Crónica Global-- en “materia de Estado”. Su marco de actuación es la autonomía catalana, pero sus planteamientos se circunscriben en lo que las formaciones independentistas consideran el "debate constituyente" de esa república catalana a la que aspiran.

Este polo de pensamiento inició su camino con el lanzamiento de la Declaración de una Cataluña Libre y Liberal. Contó con el apoyo del aspirante a la alcaldía de Barcelona, Jordi Graupera, así como el dircom del PDeCAT, Toni Aira, además del expresidente de Òmnium Cultural Quim Torra y el exvicepresidente del grupo ALDE de la Eurocámara Marc Guerrero, entre otros.

Sin subvenciones

Se trata de una organización privada sin ánimo de lucro y sin ningún tipo de afiliación política. De momento, son unos 90 socios que pagan una cuota anual de 40 euros. En las cenas que han organizado para sus miembros han contado con figuras como el exconsejero de Economia Andreu Mas-Colell, el diputado Germà Bel, o el eurodiputado Ramon Tremosa.

CCL3

CCL3

El núcleo fundacional de Catalans Lliures / CG

Catalans Lliures no acepta subvenciones ni ayudas de partidos políticos ni agencias gubernamentales. “Financiamos nuestras actividades gracias a las ayudas que recibimos de socios o donaciones de mecenas privados que comparten nuestros objetivos”, explica su vicepresidente, Martí Jiménez. Añade que esta es la "garantía de su independencia".

Fiscalizar a los partidos

Su limitación autoimpuesta a depender de sus propias fuentes de financiación tiene que ver con la función de “fiscalizar a los partidos políticos”: “En Cataluña, España y los países del sur de Europa faltan instituciones independientes que fiscalicen a los partidos políticos. La figura del think tank es prácticamente inexistente”, abunda Jiménez.

Además de Jiménez, algunas de sus otras caras visibles son el empresario y músico Eric Herrera, el economista Roger Medina, el presidente de la Asociación Catalana de Amigos de Israel (ACAI), Toni Florido, el responsable de la Sección de Estudios Jurídicos, Políticos y Sociales del Ateneo de Barcelona, Alexander Golovin, y la estudiante de BBA Meritxell Camp.

Su tarea se centra en tres ejes: la generación de conocimiento y debate a través de su laboratorio, divulgar las ideas de libertad mediante sus actos, conferencias y columnas en la prensa, e incidir en el diseño de políticas públicas, intentando influir en partidos e instituciones.

Liberalismo, sí; centralismo, no

Desde Catalans Lliures afirman que la voz liberal “era inexistente” en el debate público catalán hasta que llegaron ellos. Consideran que Cataluña es más liberal que el resto de España en temas como la gestación por substitución, la despenalización del cannabis y la gestión universitaria. En otros asuntos como la oposición al contrato único y a la mochila austríaca o al mantenimiento de mercados cautivos, como las farmacias y el taxi, sostienen que la región catalana va por detrás.

No consideran que la independencia de Cataluña sea una "condición suficiente", pero sí "necesaria" para instalar sus planteamientos. Unos planteamientos que buscan huir de "tres herencias nocivas" españolas como son, a su juicio, el "sustrato barroco de la Contrarreforma del siglo XVI que España exportó a América Latina", el "jacobinosmo centralista francés" y el "franquismo".

Para ello, no dudan en romper el marco jurídico vigente defendiendo otra herencia: la del referéndum ilegal del 1 de octubre que pretendía instalar de facto una república.