La presión desde distintos ámbitos ha comenzado a cobrar efecto. Los partidos independentistas saben que ir a unas nuevas elecciones comporta un riesgo excesivo, y han comenzado a tomar decisiones para lograr una presidencia “efectiva” en menos de quince días.
La petición del diputado Toni Comín de delegar el voto en Sergi Sabrià, el portavoz de ERC en el Parlament, es la salida que necesitaba Junts per Catalunya y ERC para elegir a un presidente sin necesidad de contar con los votos de la CUP. El expresidente Carles Puigdemont ya lo había solicitado y logró el plácet de la Mesa del Parlament, al entender que ahora sí se daban las circunstancias para que Puigdemont delegara el voto, al estar sujeto a la justicia alemana, que decidió que quedara en libertad.
Sin recurrir ante el TC
Comín lo pidió este lunes y la Mesa de la cámara parlamentaria lo analizará este mismo martes. Fuentes jurídicas consultadas aseguran que se debería ver de nuevo esa posibilidad, pero entienden que el precedente de Puigdemont es importante, y que su delegación de voto no fue impugnada, aunque fue votada en contra por los constitucionalistas. El PSC reclamó a la Mesa que reconsiderara su decisión, pero no la recurrió ante el Tribunal Constitucional.
Eso significa que el candidato que promueva Junts per Catalunya y ERC podrá ser investido en segunda vuelta, al tener 66 diputados, al margen de la decisión que tome la CUP.
Presidente en quince días
El candidato, sin embargo, sigue en el aire. La mayoría independentista buscará, primero, investir a Carles Puigdemont, y, una vez recurrido por el Gobierno, propondrá otro pleno con un candidato para una “presidencia efectiva”, según apuntan las fuentes consultadas. En ese caso, aparecen distintos nombres, desde Elsa Artadi a Laura Borràs, Antoni Morral o Quim Torra. La última decisión la quiere tomar el propio Puigdemont, y se asegura que será rápido. “En la primera o segunda semana de mayo se tendrá presidencia”, se asegura.
Eso no es contradictorio con otra tendencia, dentro de Junts per Catalunya, que aboga por forzar las cosas e ir a unas nuevas elecciones. Algunos gurús del independentismo, como el economista Xavier Sala Martín, empujan en esa dirección.
La justicia alemana
Otra cosa es que las decisiones judiciales pendientes fuercen otros calendarios. Puigdemont sigue sujeto a la decisión de los jueces alemanes, y a la Fiscalía alemana, que ha pedido ser informada de las diferencias entre Hacienda y el Tribunal Supremo sobre el presunto delito de malversación por parte del expresidente de la Generalitat.
Pero, en todo caso, la mayoría independentista ha comenzado a vislumbrar el futuro inmediato.