Gerardo Pisarello ha cargado de nuevo contra la figura del almirante Pascual Cervera y Topete, a quien el Ayuntamiento de Barcelona quitó el nombre de una calle para dársela al malogrado actor Pepe Rubianes. El primer teniente de alcalde de la Ciudad Condal ha justificado la sustitución del nomenclátor por el carácter "reaccionario" del marino.

En una carta abierta enviada al diario Público, Pisarello, que asistió al acto oficial de sustitución de la placa histórica el sábado pasado, ha razonado que el marino gaditano no merecía la calle por tres motivos. "Haber participado en la represión del movimiento cantonalista gaditano, durante la I República, haber combatido a los republicanos anticolonialistas filipinos y cubanos y haber desempeñado un dudoso papel como estratega en la batalla contra Estados Unidos que acabó con el hundimiento de su escuadra".

"Facha"

Siguiendo a las acusaciones de la propia alcaldesa contra el almirante Cervera, a quien acusó de "facha" durante el cambio de placa, Pisarello ha señalado que la munícipe "no pretendía hacer un uso técnico o histórico de la expresión. Lo hacía, como ella misma había aclarado minutos antes, apelando a un tono coloquial, Rubianesco. Un registro en el que facha denota sencillamente a alguien poco presentable, retrógrado, reaccionario".

Según el primer teniente de alcalde de BComú, el marino, cuyos familiares definieron como "liberal", definir al marino Cervera y Topete como fascista "es discutible". Pero "no fue un dechado de virtudes democráticas o pacifistas. Y su encumbramiento al callejero de la Barceloneta fue una decisión deliberadamente adoptada por otros que sí eran, técnicamente, unos fachas".

Lo vincula con el franquismo

Pisarello asegura en su artículo que entiende que "la protesta, como la de cualquier vecino, es atendible", pero critica al almirante Cervera asegurando que se le dedicó una calle en el barrio barcelonés en 1942 porque el entonces alcalde Miquel Mateu Pla --"falangista e íntimo amigo de Francisco Franco"-- dio el visto bueno. "En la Barcelona de 1942, la nave Almirante Cervera era también el nombre de un buque que había servido para escarmentar a las tropas republicanas y a la población civil de muchas ciudades costeras de toda España", agrega.

Con ello ha intentado el número dos de Colau justificar las descalificaciones al marino, sobre las que la familia de Cervera han pedido una "rectificación". Los descendientes del navegante han afeado a BComú que vinculara al navegante con el fascismo, una ideología que no existía cuando murió el militar. También han exigido "rigor histórico" al Ayuntamiento de Barcelona.