Crisis en los grandes sindicatos catalanes por la convocatoria de la manifestación independentista del próximo domingo. Una protesta por los seis meses de la entrada en la cárcel de los exlíderes de ANC y Òmnium Cultural Jordi Sànchez y Jordi Cuixart que ha propiciado una fractura interna tanto en UGT como en CCOO de Cataluña por las implicaciones políticas de la reivindicación.
Ha sido mucho más evidente en UGT de Cataluña, la organización cuya cohesión interna se ha visto cuestionada en varias ocasiones a lo largo del procés. El último foro en el que se ha ejemplificado ha sido la asamblea de la región metropolitana del sindicato que ha tenido lugar este viernes. Un foro en el que han dado la cara tanto el presidente, Matías Carnero, como el secretario general, Camil Ros, tras las discrepancias en las últimas semanas sobre la posición que se debe mantener ante las reivindicaciones políticas como las que se articulan desde la plataforma Democràcia i Convivència.
Asamblea tensa
Ros mantiene que se trata de un espacio transversal cuyo llamamiento se limita a reivindicar las libertades que han sido atacadas por parte del Estado, señalan los presentes en el ámbito de diálogo. El problema es que los delegados que representan el 70% de la afiliación a UGT no comparten el punto de vista de su secretario general.
Los presentes aseguran que la asamblea ha sido bronca y de las más tensas que se han vivido en los últimos años en el sindicato. Ha reunido a más de 250 personas y el cúmulo de palabras que se han pedido durante casi tres horas han ido “en un 90% en la misma dirección”, señalan. Reconocen que existe cabreo por posicionar al sindicato junto al sector independentista en una decisión que no ha sido consensuada con la organización, tal y como señaló el propio Carnero en declaraciones a este medio.
El papel del Pepe Álvarez
Incluso se ha llegado a pedir la dimisión de Ros, cuestión que no está sobre la mesa y nadie se plantea ni en el secretariado catalán ni en el confederal, encabezado por Pepe Álvarez. Otro líder que quedará tocado tras las protestas de este domingo ya que prometió que nadie del sindicato se iba a poner tras una pancarta para “reclamar la libertad de los presos políticos en Cataluña”. Cuestión que incluso desde el espacio Democràcia i Convivència se pone en duda.
Fuentes de la organización reconocen que se ha tocado hueso en las tensiones internas que se han sucedido en los últimos años por cuestiones políticas. Se considera que no hay más margen para evitar un choque dentro del sindicato si la cúpula vuelve a hacer “otro paso en falso” en el marco del procés. Y es que en la asamblea de la región metropolitana incluso se ha cuestionado que se posicionara a favor del derecho a decidir cuando Álvarez era su máximo dirigente. Han argumentado que se trata de la génesis del embrollo actual.
Desmarque de la convocatoria
“Si nunca hemos convocado una manifestación de Societat Civil Catalana, ¿por qué lo hacemos con ANC?”, han inquirido los críticos con la actuación de parte del secretariado de UGT. La división está clara y secciones como las de Renfe y Telefónica ya se han desmarcado de la manifestación independentista y han exigido al secretariado que no arrastre a la organización a la defensa de opciones políticas que aseguran que son respetables en el ámbito personal pero que sobrepasan a la institución. Exigen que se respete la pluralidad política interna.
No se descarta que otros centros de trabajo hagan lo propio a lo largo de este sábado. Jornada en que se saldrá a la calle para reclamar unas pensiones dignas. Una consigna que sí que ha propiciado la cohesión interna en UGT y CCOO de Cataluña.
Movilización por las pensiones
“Se verán las diferencias en la movilización de trabajadores en ambos días, especialmente entre las caras más conocidas de los sindicatos”, señalan otros interlocutores implicados en la organización.
En CCOO la procesión va por dentro. Las fuentes consultadas destacan que se trata de un sindicato más cohesionado que ha sabido aparentar una posición de mayor neutralidad que UGT. Además de contar con el apoyo de la cúpula confederal al divulgar el mensaje que su presencia en la manifestación del domingo no implica que apoyen el independentismo, sólo les hace coincidir con el movimiento en la reclamación de mayor libertad.
El lunes, día de valoración
¿Ha calado el argumento en el seno del sindicato? Ha habido tensiones, “más de las que se quieren reconocer de forma oficial”, añaden desde el entorno de la cúpula. Entre ellas el golpe público que supuso que uno de los miembros históricos, Francesc Castellana, anunciara públicamente que rompía el carné de CCOO tras 45 años de militancia.
Esperan al próximo lunes para hacer valoración de la fractura que ha generado el independentismo. Y abrir un debate de final complicado: cómo evitar que ser arrastrados de nuevo a una protesta con matices políticos tan significativos. Hay voces en ambas organizaciones que ya han reclamado salir del espacio Democràcia i Convivència. Otra decisión que formará parte de este análisis de los respectivos secretariados.