Ana Rosa Quintana ha contestado este lunes a la querella que han presentado Carles Puigdemont y Toni Comín contra ella por haber difundido mensajes privados entre ambos. “En democracia, no lo olviden, hay un cuarto poder que vigila a los otros tres aunque a veces lo pague caro y ese poder es la prensa. Nosotros seguiremos informando y defendiendo la libertad que ustedes usurpan a quienes no piensan igual”, ha dicho.
La presentadora ha cargado contra las denuncias, que también afectan a dos cámaras del canal en el que trabaja, Telecinco. Lo ha hecho en el inicio del programa que conduce, en el que ha hecho referencia a la Constitución, que “protege el derecho a comunicar libremente información veraz”.
“Atentado a la vida privada”
Los argumentos del expresidente del Govern y el anterior consejero de Salud son que se grabaron las imágenes del teléfono móvil del segundo en el que se podían leer mensajes privados sin su consentimiento, por lo que consideran que se trata de un “atentado a la vida privada”. Así lo han hecho saber a través de su escrito de denuncia ante un juzgado de Lovaina (Bélgica), donde se celebró el acto público en el que se captaron las imágenes a finales de enero.
Ana Rosa Quintana, en cambio, cree que el interés de estos mensajes justifican su difusión: “¿Ejercen un cargo público? Sí, son diputados porque no han renunciado a su acta. ¿Hablan en los mensajes de temas privados o personales? No, de asuntos que afectan a más de 7 millones de catalanes y a 47 millones de españoles. ¿Se captaron los mensajes accediendo a su móvil de una manera torticera o en un espacio privado? No, se trataba de un acto público plagado de periodistas”.
Los mensajes
Los mensajes difundidos eran especialmente relevantes por su contenido. Puigdemont decía a Comín: “Se ha terminado”, “el plan de Moncloa triunfa” y “los nuestros nos han sacrificado”, entre otras frases. La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha mostrado su apoyo al Programa de Ana Rosa. Aunque asegura que respeta la decisión de los políticos de presentar una querella, considera que un “exceso de judicialización” puede suponer una “amenaza al libre ejercicio del periodismo”.