El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena se ha convertido en el nuevo blanco de los insultos y amenazas de los independentistas más radicales. Tras encarcelar a la plana mayor de los líderes del secesionismo, el juez ha levantado la ira de los activistas, donde los CDR ejercen un papel destacado como coordinadores de los ataques. Tras conocerse que posee una segunda residencia en el pueblo de Das (La Cerdanya), los radicales han intensificado sus acciones en este punto del territorio catalán, conocido por ser el enclave escogido por una parte de la burguesía catalana.
Si la semana pasada era Arran quien se ocupaba de sembrar el miedo en la casa del juez a través de unas pintadas amenazantes, estos últimos días han sido los CDR los que se han encargado en proseguir con las intimidaciones al magistrado del Tribunal Supremo. De esta manera, diversas localidades de La Cerdanya han amanecido con carteles con su foto al revés y con el mensaje "Feixistes ni a Cerdanya ni enlloc" o "Llarena, aquí no ets benvingut".
Manifestación contra el juez
Aunque el cartel no está firmado, todo apunta que podría tratarse de los CDR, que ayer viernes organizaron una manifestación donde centenares de personas cortaron la carretera de Alp a Das. "Hemos llegado a Das para dejar bien claro que queremos la libertad de los presos políticos y que aquí el juez Llarena no es bienvenido", hacía saber el Comité de Defensa de la República de La Cerdanya.
Este comité ha anunciado una "acción sorpresa" para el día 1 de marzo, que coincide con la vuelta de miles de catalanes de sus vacaciones de Semana Santa.