Maria Elena Fort i Cisneros ha acaparado todas las miradas tras sus desmedidas declaraciones sobre la final de la Copa del Rey que se disputará el 21 de abril entre el Sevilla y el Barça. La exdirectiva del Barça en la época Joan Laporta ha manifestado una opinión que no ha dejado indiferente nadie. 

Con la tensión política a flor de piel, Fort declaró a Atresmedia que el Barça no debería jugar la final de la Copa. Lejos de redimirse, Fort ha reforzado sus declaraciones personal en su cuenta de Twitter.

Pese a que la exdirectiva ha recordado que solo se trata de una opinión personal, todas las entidades independentistas afiliadas al Barça ya han enviado cartas a la directiva actual haciendo peticiones similares a las que hizo públicamente Fort. ANC Barça ha sido una de las que le ha dado soporte públicamente. 

Pasado blaugrana, presente político 

Fort entró en el club blaugrana en 2008 cuando Joan Laporta necesitaba de gente de confianza tras la dimisión masiva de sus directivos más allegados. Su cargo: abogada especializada en derecho urbanístico, algo que la llevó a ser la responsable del Área Institucional y de Patrimonio.

Ostentó su cargo hasta el final de la era Laporta en 2010 cuando el polémico presidente dejó el cargo. Su estrecha relación la mantuvo cerca del mando, incluso Laporta fue el encargado de casar a Fort con su marido, Sirera ahora fallecido, en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona. Pese a ello, la que fue su casa por durante dos años, acabó llevándola a los juzgados por una demanda presentada el 28 de julio de 2011. La nueva junta, reclamaba a los antiguos directivos un total de 46,7 millones de euros por las supuestas pérdidas de la junta entonces saliente. 

El proceso fue para muchos injusto, en su caso solo participó durante dos años en el mandato de Laporta, pero al igual que a otros directivos, se le reclamaron pérdidas de Gaspart y Sogecable. Finalmente en 2014, todos los cargos demandados quedaron absueltos, aunque Fort ha declarado públicamente en más de una ocasión: "Eso no se podrá arreglar nunca, ni se paga con dinero". Pese a ello, Laporta volvió a incluirla en su lista en 2015 cuando intentó recuperar el palco del Camp Nou.

Proindependentista "de toda la vida"

La ideología política de Laporta, públicamente independentista, le obligó a codearse de una directiva afín a sus pensamientos. Tras su desdicha en Can Barça, camino de los tribunales, Fort abandonó el cargo de directiva y continuó con su trabajo como abogada, en el bufete Ripol-Fort advocats, empleo que compaginó durante su estancia en las oficinas del Camp Nou.

Desde entonces su vida ha estado vinculada a la política. Con el proceso independentista en pleno crecimiento, especialmente desde 2014, y la llegada de Carles Puigdemont a la Generalitat, la convocatoria de un referéndum lanzó su carrera política. Después de la dimisión del vicepresidente Carles Vilarrubí i del directivo Jordi Moné por no suspender el partido contra Las Palmas en el Camp Nou por los incidentes ocurridos en Cataluña durante el 1-O, JxCat anunció públicamente el vínculo con Monés y dos directivas de la etapa de Joan Laporta en el Barça: Maria Elena Fort i Magda Oranich.

Fort no conocía por aquel entonces personalmente al expresident y confesó: "Yo no soy política, no sé hacerla", pero se autodefinió como "abogada luchadora, defensora del modelo cruyffista y laportista para el Barça", además de"plenamente identificada con el país. Independentista de toda la vida, solo quiero sumar para formar la República". 

Con su elección, Fort entró en la lista de JxCat de Barcelona como número 23, y aseguró: "Si llegó a entrar, aceptaría el cargo de diputada sin pensarlo ya que creo que debe haber otra forma de hacer política". Tras los resultados electorales, Fort no ha conseguido su escaño, pero continúa su labor en el partido independentista.

Un extenso currículum ligado a dos entidades plenamente catalanistas. Primero el Barça con un proyecto deportivo que acabó siendo el altavoz de la independencia y ahora, en la lista de JxCat por la lucha por la República.