La aplicación del artículo 155 de la Constitución está pasando factura al PSC, que ayer, durante el pleno extraordinario celebrado en el Parlament, tuvo que escuchar intervenciones muy duras desde las filas independentistas. El apoyo de los socialistas a la intervención del Gobierno fue utilizada como arma arrojadiza contra Miquel Iceta, precisamente en un día propicio para tender puentes y apuntalar amplios consensos.
De eso iba la propuesta de resolución presentada por los socialistas. De reconciliación y soluciones pacíficas. “Sabe que nuestro grupo le escucha, sin filtros. Necesitamos superar bloques y recuperar el autogobierno”, decía la diputada de CatComú, Marta Ribas. La música del frente común de Iceta, una idea lanzada ya durante la campaña del 21D, sonaba bien a los comunes.
Los comunes
Sin embargo, Junts per Catalunya, ERC y CUP dejaron muy claro que Iceta y su partido no es bienvenido. Otra cosa son los comunes, que a ojos de los secesionistas, tienen un historial limpio en materia de apoyos al Gobierno del PP.
Tanto Catalunya en Comú como PSC necesitan levantar cabeza después de unos resultados electorales poco óptimos, según admitieron. Si bien es cierto que el copyright de los llamamientos a superar la política de bloques y recoser heridas pertenece al PSC. Pero, de momento, son los comunes quienes recogen los frutos de esa apuesta por la transversalidad, pues han logrado que su propuesta de resolución sobre la defensa de los derechos civiles y políticos desde amplias mayorías plurales saliera aprobada con los votos independentistas. Lograr acuerdos con ERC favorecería a Ada Colau, que desde su ruptura con el PSC --precisamente por si apoyo al 155-- necesita superar su ostracismo en el Ayuntamiento de Barcelona.