La carta enviada por el Ayuntamiento de Barcelona a un discapacitado que se queja del perjuicio del top manta para las personas con movilidad reducida, abunda en la guerra de cifras entre el gobierno municipal y la oposición.
Así, el consistorio arroja la cifra de 250 vendedores fijos, aunque en la campaña de verano puede ascender a 600. Explica que, el año pasado, se interpusieron 63.971 denuncias por venta ambulante no autorizada y se decomisaron un millón de artículos, de los cuales 464.000 eran latas de bebidas.
“Algo no cuadra”, afirma la concejal de Ciudadanos Marilén Barceló, quien afirma que el verano pasado había 800 personas en el paseo Joan de Borbó.
Asimismo, este fenómeno se ha ido extendiendo por la ciudad durante el mandato de Ada Colau hasta llegar al Parc Güell, Gràcia y plaza Espanya.
Planes de integración
El aumento de denuncias, afirma la concejal de la formación naranja, ha sido del 25% desde que Colau accedió a la alcaldía, es decir, 80.000 quejas. Estas cifras son compartidas por la oposición municipal de PP y Grup Demòcrata.
Barceló también critica la escasa efectividad del convenio firmado entre el ayuntamiento y la cooperativa Diomcoop, que ha costado un millón de euros y del que solo se han beneficiado 30 personas. Asimismo, a través de los planes de empleo como el de Mercabarna, un total de 42 personas han conseguido un contrato.
Marilén Barceló destaca que la facturación de los comerciantes que cohabitan con los manteros ha bajado hasta un 35%.