El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha dictado una orden de detención internacional contra la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y una euroorden para otros cinco implicados en el proceso secesionista unilateral que han huido de la justicia, el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y sus exconsejeros Clara Ponsatí (ahora en el Reino Unido), Lluís Puig, Toni Comín y Meritxell Serret, que huyeron a Bélgica a finales del pasado mes de octubre. La única prófuga para la que no se ha adoptado orden de detención internacional es la exportavoz de la CUP en el Parlament Anna Gabriel, quien no acudió a su citación judicial del pasado 21 de febrero huyendo a Suiza, a la que solo se le imputa un delito de desobediencia.
El magistrado había desactivado las órdenes de detención internacional dictadas contra cinco de los prófugos por la Audiencia Nacional poco después de asumir la causa por rebelión, sedición y malversación de caudales públicos, al considerar que existía riesgo de que fueran extraditados por delitos mucho menores. Pero ahora las ha vuelto a activar.
Turull, Forcadell, Rull, Romeva y Bassa, a prisión
La decisión de Llarena supone atender la petición de la Fiscalía tras notificar hoy el auto de procesamiento contra 25 investigados por el procés, siete de los cuales permanecen huidos de la justicia, después de que Rovira se haya fugado hoy a Suiza.
La número dos de ERC estaba citada a las 10.30 horas junto con el excandidato a la presidencia de Cataluña Jordi Turull, la expresidenta del Parlamento autonómico Carme Forcadell, y los tres exconsejeros Josep Rull, Raül Romeva y Dolors Bassa, para quienes el juez ha acordado su ingreso en prisión por riesgo de fuga y reiteración delictiva.