Jordi Turull no será el próximo presidente de la Generalitat. La estrategia de Roger Torrent de convocar el pleno de investidura para este mismo jueves, antes de que el Tribunal Supremo comunique el viernes a los seis diputados encausados el auto de su procesamiento, se verá frenada por la actuación del juez que instruye el caso sobre el procés, Pablo Llarena.
Es previsible que el TS suspenda de su cargo en la Cámara catalana a Jordi Turull, Carme Forcadell, Josep Rull, Raül Romeva, Marta Rovira y Dolors Bassa. Esto les obligaría a dimitir, con tal de asegurar que los independentistas conservan la mayoría en el Parlament. De esta forma, Turull no podría llegar a tomar posesión al frente de la Generalitat, según explica este jueves El Confidencial.
Actualmente, los independentistas cuentan con 70 escaños, a los que hay que restar los de Carles Puigdemont y Toni Comín –en Bélgica– que no pueden votar. La suspensión de los seis diputados por parte de Llarena dejaría a los partidos soberanistas con 62 votos, por debajo de los 65 de los constitucionalistas. Es por esta razón, que si los seis encausados mantienen el acta de diputado, perderían la mayoría independentista y se arriesgarían a que se nombrara una nueva Mesa del Parlament.
Sin elecciones
Por otro lado, el BOE no publicará el nombramiento de Turull ni el rey Felipe VI, quien tiene que hacerlo efectivo, lo firmará.
A todo esto se suma la incógnita de los votos de la CUP. El partido antisistema reúne a su consejo político este jueves a las 14.30 horas, tan solo dos horas y media antes de que se inicie el debate de investidura. Será entonces cuando decidan si sus diputados votan a favor de hacer a Turull presidente del Govern, si se abstienen o si se oponen.