Detrás de las cifras del colapso hay personas. La Comisión Promotora de la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC) ha hecho públicos, reservando su anonimato, los testimonios de ciudadanos sin ingresos que, en septiembre de 2017, recobraron las esperanzas tras la entrada en vigor de la ley que regula esta nueva prestación. Sin embargo, muchos peticionarios no han recibido respuesta del Govern, a pesar de haber transcurrido el plazo que la propia ley da a la Administración para informar de la resolución del expediente. El silencio administrativo da derecho a la prestación, pero estas personas se encuentran ahora en un limbo legal.
Cinco meses después de la aplicación de la Ley de la RGC, solo se han resuelto el 5,3% de los expedientes de las personas que solicitaron esta ayuda. Hay 20.000 solicitantes que todavía esperan cita previa. Las personas que ahora cobran la RGC son aquellas que recibían con anterioridad la Renta Mínima de Inserción. No se conocen nuevos beneficiarios después del 15 de septiembre de 2017.
A continuación, cinco testimonios indignados o desesperados debido a la mala gestión de la Consejería de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, cuya titular era la republicana Dolors Bassa. Se da la circunstancia de que ERC plantó ayer a los miembros de la citada comisión en una reunión mantenida con los grupos parlamentarios.
1. "¿Es real o se lo gastan en el procés?". Este vecino de Lleida, Javier Q., tiene una hija con una discapacidad reconocida del 66%. Ni su mujer ni él disponen de ingresos y esporádicamente encuentran “empleos de corta duración y mal remunerados”. “Si no fuera por la ayuda de un familiar, no podríamos sobrevivir”, asegura. En su comunicación con la Comisión Promotora de la RGC se pregunta: “¿Me pueden informar si lo de la RGC es algo real o es otro engaño para que el Gobierno de la Generalitat consiga partidas económicas del Estado español para invertirlas en su procés secesionista?”.
2. "Demasiados meses agonizando”. M. P. sigue “sin noticias ni ingresos” de la Administración. “Ya son demasiados meses agonizando en esta situación por la que ahora me veo aún más perjudicada al no haberla sabido gestionar las personas y los centros indicados para ello”.
3. “Estoy algo desesperada”. E. C., de Pineda de Mar, afirma: “Como otra mucha gente, estoy algo desesperada, pues a estas alturas ni siquiera he tenido respuesta, ni afirmativa ni negativa, y mis recursos nos ínfimos y esta RCG era mi pequeña esperanza”.
4. “Estaríamos muertos de hambre”. W. B. pertenece a una familia numerosa de cinco miembros, con tres hijos estudiantes de ESO y escuela primaria. “No podemos tener una vida digna”, afirma. Solicitó la RGC el 22 de septiembre. “En casa ingresa la cantidad de 410 euros al mes por 38 euros al mes en dos contratos a tiempo parcial que tiene mi esposa como empleada del hogar”. “Si no entrara en casa esos 410 euros, ya estaríamos muertos de hambre”.
5. “Maltratada con tres niños a su cargo”. El caso de esta mujer con tres niños a su cargo, uno de ellos un bebé, es tan dramático que la Fundación Ires tuvo que interceder por ella. Cobra una ayuda por violencia machista de 426 euros. Alega el Departamento de Trabajo que la afectada presentó una demanda por impago de pensión de alimentos por vía penal, por lo que debería hacerlo por vía civil para poder acceder a la RGC.