Junts per Catalunya, ERC y la CUP estarían analizando la posibilidad de forzar una investidura exprés de Jordi Turull para mañana, jueves, antes de que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena reúna a los 28 imputados –entre ellos, el propio Turull-- el viernes para comunicarles el estado del proceso penal que les afecta.

De esta forma, Llarena tendría que tomar medidas sobre el presidente electo de la Generalitat, no sobre un diputado, lo que contribuiría a amplificar la repercusión de las medidas que adoptase.

Orden internacional

Fuentes del Supremo aseguran que si Carles Puigdemont o cualquiera de los fugados y convocados no acuden, procederá a tramitar una orden de detención internacional.

Aunque la decisión de acelerar a mañana la investidura obligaría  a una ronda de contactos y una convocatoria de pleno exprés, hay precedentes. En 2016, cuando Artur Mas dio un paso al lado a 48 horas de cumplir el plazo que obligaba a convocar nuevas elecciones, la maquinaria se puso en marcha para investir, 24 horas después, a Carles Puigdemont.

Asegurar los 68 escaños

A priori, el candidato a investir sería Turull, pero para ello JxCat y ERC se tienen que asegurar 68 escaños que permitan una investidura en primera votación, y para ello tienen que convencer a la CUP.

A lo largo de esta tarde se han mantenido varias reuniones, pero no ha trascendido el contenido de la negociación. La CUP considera que Turull es un hombre del pujolismo, como lo era Mas.

Analizar la situación

La CUP ha anulado la conferencia política que había convocado este miércoles en el Centre Cultural El Born de Barcelona, tras el anuncio de que Llarena había citado el viernes a los imputados.

Los cupaires han emitido un comunicado en el que explican que, "ante las informaciones aparecidas durante las últimas horas", ven la necesidad de posponer la conferencia política programada para este miércoles y dedicar la tarde a trabajar para poder dar una respuesta colectiva a estos hechos.