Malestar en la Guardia Urbana de Barcelona con la orden del gobierno de Ada Colau en Barcelona de relajar el dispositivo contra la venta ambulante de viernes a domingo en la Ciudad Condal tras la muerte del vendedor Mame Mbaye en Lavapiés (Madrid) la pasada semana.
Agentes del cuerpo local de seguridad han lamentado la "permisividad total" de los manteros de la capital catalana durante 48 horas, con "provocaciones" y "mofa" a los efectivos. En contacto con este medio, personal de la Urbana ha lamentado que han estado a "metros" de decenas de puestos de venta ambulante sin la posibilidad de desmantelarlos.
Dispositivo 'relajado'
Cabe recordar que el ayuntamiento de Barcelona relajó el viernes el dispositivo habitual que lleva a cabo la Guardia Urbana contra los manteros en los principales puntos calientes como la plaza de Cataluña, el Metro o el Paseo de Gràcia. La orden llegó de forma verbal por parte de los mandos del cuerpo, no escrita, con la voluntad de evitar conflictos entre agentes y vendedores.
Una portavoz del consistorio negó rotundamente que se hubiera dado esa orden. Al menos tres sindicatos del cuerpo local aseguraron en privado a Crónica Global que, en efecto, el dispositivo permanecería durmiente hasta el domingo hasta que las protestas por la muerte de Mbaye se calmaran.
Malestar con el Ejecutivo de Colau
La laxitud temporal del dispositivo contra la venta ambulante en Barcelona es el último capítulo del descontento creciente entre la Guardia Urbana y los mandos políticos del Ejecutivo de Ada Colau que los comandan. Uno de los más recientes ha sido la posibilidad de que se pierdan más de 200 puestos de trabajo en Barcelona ante la inminente aprobación de un real decreto que permitirá jubilarse a los 60 años a policías locales de toda España.
A ello se le suma la oposición de BComú a las propuestas de elaborar un reglamento de segunda actividad para los efectivos, o la no personación municipal en dos casos de agresiones a agentes que patrullaban en la calle: uno en el Puerto Olímpico y otro en la Plaza de Cataluña. El funcionario lastimado en este último incidente ha perdido parte de la visión tras recibir una pedrada de un mantero.