Santi Vila explica cuatro meses después su versión de la historia. El exconseller de Empresa y Conocimiento ha publicado un libro en el que relata los días anteriores a la proclamación de independencia del 27 de octubre: De héroes y traidores. En él, ERC sale mal parada. Considera que un “problema de lealtad” de los republicanos fue uno de los factores que empujó al entonces presidente, Carles Puigdemont, a la declaración unilateral de independencia (DUI).
Se refiere a las amenazas de abandonar el Govern en el caso de que se convocaran elecciones, según ha indicado este martes en una entrevista en RAC1. Considera que esto “se situó en el espectro de la traición”. La decisión final de Puigdemont, que provocó la dimisión de Vila antes de la DUI, tuvo otros condicionantes. Uno fue que Mariano Rajoy no prometiera públicamente que no se aplicaría el artículo 155 de la Constitución si se convocaban comicios.
“Le imploramos que lo hiciera público. No sólo no existió este mensaje, sino que hubo otro en sentido adverso de Xavier García Albiol, que dijo que habría 155 pasara lo que pasara”, ha dicho. El tercer y último factor que influyó en la decisión final del día 26 de octubre fueron las redes sociales y las muestras de descontento en las calles, las críticas de ciertos ámbitos independentistas ante unas elecciones autonómicas.
Críticas a ERC
Asegura que Puigdemont era partidario de convocar elecciones en aquel momento, ya que decía: “No me veo siendo presidente virtual, de un país virtual, en una sociedad anímica e institucionalmente devastada”. Su preocupación de “cómo su nombre pasaría a los libros de historia de Cataluña” también jugó un papel.
Vila acusa en su libro a la formación de Oriol Junqueras de apoyar en un principio la convocatoria de elecciones y después capitalizar el descontento en las calles y las redes sociales ante esta posibilidad. Afirma que él mismo intentó que Junqueras convenciera a Puigdemont de convocar elecciones. “Oriol, si no hacemos el burro, ¡en tres meses serás presidente!”, le dijo al líder de ERC.
Una república inaplicable
Su argumento era que, de celebrarse comicios, el propio Vila podría ser el candidato de PDeCAT. En ese caso, apoyarían la investidura de Junqueras, aunque no estuvieran en el Govern. Una de las figuras clave fue Marta Rovira, la número dos de ERC, a quien define como “intensa, irascible y fanatizada”. Ella defendió la DUI y, según Vila, “tuvo un papel distorsionante” en la negociación.
Santi Vila cree, como se han pronunciado otros miembros del PDeCAT y ERC, que no se había preparado la república. El Govern, según su relato, estaba convencido que “todas las iniciativas servirían en el mejor de los casos para conseguir un referéndum ajustado a derecho o, como mínimo, el inicio de un nuevo periodo reformista para Catlauña y el conjunto de España”. Este martes ha confirmado que el “Govern elaboró informes, hizo reuniones, estudió la viabilidad de crear estructuras de Estado, pero no estábamos en condiciones políticas ni sociales de aplicarlo”.