Nueva vuelta de tuerca en la errática gestión municipal de Ada Colau. Tras deshacerse de su pacto de gobierno con el PSC, a la alcaldesa le sobra ahora ICV. Las relaciones con las ecosocialistas Laia Ortiz y Janet Sanz, segunda y cuarta teniente de alcalde del ayuntamiento, respectivamente, están muy enconadas. Tanto que en medios municipales se asegura que estas dos concejales podrían caer o, cuando menos, ocupar puestos menos destacados en la lista de las próximas elecciones locales.
En el caso de Janet Sanz, la alcaldesa le quitó competencias municipales para favorecer a Eloi Badia, miembro de Barcelona en Comú. En el caso de Laia Ortiz, la hostilidad de tradujo en menos apariciones mediáticas. “Ortiz le hace sombra a Colau, tiene experiencia, conoce la administración y sabe negociar”, explican a Crónica Global fuentes conocedoras de la tensión que se vive estos días en la sede consistorial del plaza Sant Jaume. Una tensión que recuerda a los días previos al adiós de Joan Coscubiela, que optó por no unirse a los comunes tras la experiencia de Catalunya Sí Que Es Pot, el embrión de Catalunya en Comú.
Críticas al independentismo
No es gratuito que estas hostilidades se produzcan en coincidencia con las críticas que, desde sectores de ICV, se hacen al independentismo de los comunes. Colau y su marido, Adrià Alemany, considerado como el auténtico cerebro de la nueva confluencia de la izquierda catalana, apoyados por Jaume Asens y Gala Pin, fueron los principales defensores de la ruptura con el PSC, al que reprocharon su apoyo a la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Los líderes de los comunes defienden desde hace tiempo un pacto con ERC y la CUP en el ámbito municipal. De ahí que Colau y Alemany pretendan quitarse de encima compañeros de viaje reacios a ese objetivo. Soltar lastre de marcas incómodas se ha hecho extensivo a Podemos, cuyo líder, Pablo Iglesias, podría ser el principal impulsor de que Xavier Domènech –con quien mantiene una buena relación-- se presente candidato a la secretaría general de Podem Catalunya. Las rencillas entre Iglesias y Colau, unidas a las desavenencias entre la alcaldesa y Domènech, abonan esa fórmula.
Cuenta atrás
Este enredo entre las formaciones que integran los comunes ha provocado inquietud en el territorio, donde es necesario aclarar con qué marca se presentará la coalición de izquierdas a las elecciones municipales de 2019. Hay prisa por configurar las listas, pero desde la dirección de los comunes se pide calma y se asegura que lo importante es atar la alcaldía de Barcelona. Los intentos de fagocitar ICV por parte de Colau no ayudan.