La bronca se intensifica. Lejos de iniciar una nueva etapa que pueda restablecer los puentes rotos, los dirigentes independentistas no han podido evitar una carga frontal contra el poder judicial. Y quien más había apostado por esa nueva fase de la política catalana, Roger Torrent, ha sido, precisamente el que ha levantado la espoleta, con un discurso reiterativo: la falta de democracia en España, la regresión democrática, la falta de separación de poderes, "los presos políticos", exactamente la misma posición que mantiene el expresidente Carles Puigdemont, que lanza sus mensajes en las redes sociales desde Bruselas con el ánimo de seguir alimentado el fuego.
Ese es el latiguillo que ha abrazo el independentismo. El presidente del Parlament, el republicano Roger Torrent, no tuvo en cuenta, este viernes, la nueva situación con su discurso en el Colegio de Abogados. Con la presencia de toda la cúpula judicial, con la del ministro de Justicia, Rafael Catalá, y teniendo en cuenta que era un acto de celebración de la festividad de Sant Raimon de Penyafort, el patrón de los abogados.
Presos políticos
Sus palabras “hirieron”, según fuentes jurídicas, con la insistencia en que se han vulnerado “los derechos políticos de los diputados presos, y con ellos, los de cientos de miles de votantes que los han elegido como representantes”. E incidió en la condición de "presos políticos".
Torrent, que se había distinguido por su moderación, por buscar un clima de entendimiento, muy lejos, por ejemplo, del discurso de apertura de la legislatura de Ernest Maragall, que presidió la Mesa de edad, quiso entrar en la polémica de forma directa, incluso, con el ministro Catalá, al denunciar que “algunos ministros hayan avanzado” decisiones de los jueces, en una clara alusión.
Mala educación
Su duro discurso provocó un enorme malestar, hasta el punto de que las autoridades judiciales como el presidente del TSJC o el fiscal jefe de Cataluña abandonaran la sala.
"No sabe estar, no era el momento", "Es un maleducado, es una cuestión de educación", señalan personalidades jurídicas a Crónica Global, que añaden que los representantes institucionales deben guardar las formas y tratar de crear un clima de entendimiento.
Presidente o dirigente de Esquerra
¿Era, por tanto, el presidente del Parlament, Roger Torrent, o el dirigente independentista atrevido de Esquerra quien tomó la palabra en el Colegio de Abogados? La presión a la que está sometida ERC en las últimas semanas, con el aliento de los diputados de Junts per Catalunya, que recriminan a los republicanos que no se atrevan con la investidura de Carles Puigdemont, está haciendo mella.
La bronca de este viernes es significativa, porque puede llevar al bloque independentista a una nueva carrera hacia adelante, cuando se estaba cuestionando, precisamente, toda la estrategia anterior, la del propio Puigdemont, criticado en el ámbito privado con contundencia por todas las actuaciones que ha realizado desde que decidió viajar a Bruselas, en contraste con la decisión de Oriol Junqueras, que sigue en prisión.
Separación de poderes
La insistencia de Torrent en que en España no hay separación de poderes, en que están juzgando a los dirigentes independentistas por “delitos inexistentes”, ha ido calando entre las bases independentistas. Torrent se basó en declaraciones de profesores de derecho constitucional como Javier Pérez Royo, a quien el soberanismo cita de forma constante. También citó a Amnistía Internacional, y consideró que existe una situación de bloqueo en el Parlament porque algunos dirigentes como el propio Junqueras están en la cárcel.
El enojo del estamento judicial fue de órdago por la ruptura de Torrent de su papel institucional. El presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, y los fiscales jefe de Cataluña y de Barcelona, Francisco Bañeres y Concha Talón, abandonaron la sala, aunque volvieron cuando Torrent acabó su discurso.
Torrent representa a todo el Parlament
El joven presidente del Parlament no tenía ningún interés en comenzar bien la velada, y no quiso entrar en la sala junto al ministro Catalá y el delegado del Gobierno, Enric Millo, en los accesos del edificio, para hacerse una fotografía.
Se trata de la primera actuación importante de Torrent fuera del Parlament, y como representación de la institución, que comprende, también, al conjunto de diputados de la Cámara, de Junts per Catalunya, de ERC y de la CUP, pero al mismo tiempo del PSC, de Ciudadanos –el ganador de las elecciones del 21D—, del PP y de los comunes. Eso no lo quiere asumir Torrent.
Buscar la erosión del Estado
Con ello, Torrent emuló a Carme Forcadell, que ejerció más como dirigente de ERC que como presidenta del Parlament.
La cuestión es si la actuación de Torrent, “un hombre que se comportó como un ciudadano de pueblo, en el peor sentido, dispuesto a defender sus ideas personales”, según fuentes presentes en el acto, puede favorecer ahora el entendimiento o no con la lista de Puigdemont. Por el momento, va en la línea del expresidente: buscar la erosión permanente de las instituciones del Estado.