Sea por casualidad, sea por la presión social, las formaciones de la nueva izquierda con responsabilidad municipal han coincidido en presentar sus iniciativas en materia de vivienda social. Se trata de medidas, cuando menos, imaginativas, pero que no convencen a la oposición. Mientras que la CUP recurre a la expropiación sin compensación y a la denominada “masovería urbana”, los comunes sugieren salir del paso con la construcción de barracones o containers.
Simulación de los pisos prefabricados de Ada Colau
El pasado día 12, el Ayuntamiento de Barcelona, cuya alcaldesa es Ada Colau, anunció una promoción de 92 pisos prefabricados destinados a alquiler social. Se trata de módulos fáciles de instalar que estarían ubicados en solares vacíos de Ciutat Vella, Sants-Montjuïc y Sant Martí. Una solución de urgencia que, dice el consistorio, aplican ciudades como Ámsterdam y Vancouver.
Barcelona: "Guetización de la pobreza"
Según la portavoz del PSC Barcelona, Carmen Andrés, el gobierno municipal se comprometió a hacer 20.000 pisos públicos a precio asequible, y de éstos, 4.000 pisos en los cinco próximos años. Para acortar los plazos de construcción, el gobierno dijo que impulsaría la colaboración público-privada para conseguir 1.000 viviendas al año.
“Queremos que el gobierno cumpla sus compromisos y el Plan de Vivienda 2016-2025 que se aprobó por mayoría en el ayuntamiento. El PSC Barcelona nos negamos a trasladar la política de barracones a la vivienda”, denuncia la socialista. En este sentido, rechaza “propuestas como esta que pueden suponer un estigma para las familias y una guetización de la pobreza. Innovar es positivo, pero Colau intenta paliar con contenedores su incapacidad para construir vivienda pública y el fracaso de su política de vivienda”, a pesar de que "tiene recursos y capacidad inversora", y quiere que "invierta en vivienda digna y asequible".
Sabadell: Solo cinco pisos en circulación
En Sabadell (Barcelona), el proyecto estrella del gobierno de su alcalde, Maties Serracant (Crida per Sabadell), es un programa de masovería urbana consistente en proponer a los propietarios de los pisos vacíos que los cedan a otra persona a cambio de que ésta asuma las obras de rehabilitación y mantenimiento, en lugar de pagar el alquiler. En Sabadell, asegura el consistorio, existen unos 7.000 pisos vacíos mientras que muchas personas no tienen donde vivir”. Esta modalidad no es pionera, ya que Sant Cugat del Vallès ya la implantó en enero de 2015. De momento, el gobierno municipal ha logrado incorporar a su bolsa de masovería cinco pisos.
Programa de masovería urbana
En paralelo, la CUP anunció en sede parlamentaria un plan para expropiar pisos vacíos sin compensación a las entidades bancarias en aquellos municipios donde gobiernan, como es el caso de esta capital vallesana.
El primer secretario del PSC de Sabadell, Pol Gibert, considera que “el problema de la vivienda no se arregla con una masovería urbana. No tiene ninguna incidencia en el precio de las viviendas, que es el principal problema que las administraciones públicas deben afrontar”. Entiende que “para encarar la situación hay que poner sobre la mesa medidas permitan un precio del alquiler asequible en función de los sueldos, y esto significa políticas públicas reales, construcción de vivienda pública, ayudas al alquiler, incentivos y multas para poner en el mercado los pisos vacíos”.
El socialista ironiza sobre las “propuestas estrella consistentes en hacer viviendas en containers o conseguir cinco pisos en masovería. Hay que tener los pies en el suelo y hacer menos postureo. El problema de la vivienda requiere acciones que tengan impacto real en la vida de nuestros vecinos y vecinas”.
Badalona: Sin política pese al superávit
En Badalona, cuya alcaldesa es Dolors Sabater (Guanyem Badalona en Comú), ni siquiera han puesto en marcha esas propuestas imaginativas. En su programa electoral, los comunes incluían como objetivo número dos la creación de un parque de vivienda municipal de alquiler social. "A partir de los edificios públicos en desuso, solares vacíos y construcción nueva, crearemos un parque de vivienda municipal de alquiler social y albergues para personas desahuciadas". Pero nada se ha hecho en estos tres años.
Recientemente se ha anunciado la construcción de tres promociones de viviendas –un total de 40 pisos-- que se destinarán a alquiler social, aunque no se sabe en qué barrios se harán ni el precio del arrendamiento. Ese proyecto fue presentado después de que la Plataforma de Afectados por la Crisis de Badalona (PAC) junto a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Santa Coloma de Gramenet (PAHV-Gramenet) acamparan en la plaza de la Vila de Badalona para reclamar una vivienda digna.
Echan la culpa al PP
El ayuntamiento calcula que durante el primer trimestre de este año se podrán licitar. Los comunes atribuyen su parálisis a la precaria política de vivienda del anterior gobierno del PP. “Es una excusa bastante burda. La crisis nos obligó a realizar ajustes, pero logramos cerrar convenios con entidades bancarias para que cedieran unos setenta pisos a alquiler social. Pero ahora tienen un superávit presupuestario de 21 millones de euros”, explica a Crónica Global el presidente del grupo municipal del PP en Badalona, Juan Fernández.
El popular critica la “inexistente política social” de los comunes, así como sus promesas electorales incumplidas”. En el último pleno municipal, así lo denunciaron. Según Fernández, “el principal problema de Badalona es el alto precio de los alquileres" y, gracias a los acuerdos alcanzados con los bancos, lograron "destinar pisos sociales por un precio de entre 250 y 400 euros".