La Guardia Civil insiste en contraponer su particular versión de los hechos acaecidos durante la jornada del referéndum ilegal del 1-O al discurso que, sobre el particular, ofrecen los partidos políticos y asociaciones independentistas.
En un informe reciente enviado al juez de instrucción número 13 de Barcelona, Juan Antonio Ramírez, que investiga la llamada Operación Anubis, la Unidad Orgánica de Policía Judicial denuncia que por parte de las personas congregadas en los colegios “se produjeron escenas de odio, resistencia, intimidación, amedrentamiento y violencia”, paradójicamente, los mismos adjetivos que se utilizan desde el sector independentista para calificar las cargas policiales de la Guardia Civil y la Policía Nacional.
¿Violencia deseada?
Según los instructores policiales, “la estrategia de manipulación contemplaba que los actores independentistas hicieran suyas esas imágenes para acusar internacionalmente al Estado de represión”.
La Guardia Civil insiste en su versión al subrayar que en el “planing del plan EnfoCATs los actores independentistas consideraban deseable que ello ocurriera dentro de su objetivo de confrontación, conflicto, desobediencia y ruptura”.
Nuevas críticas a los 'mossos'
El informe ahonda en el papel de Òmnium Cultural y de la Asamblea Nacional Catalana como “directores” de la ocupación de los colegios: “De hecho, las órdenes dimanantes de estas entidades independentistas tuvieron más peso que las dimanantes del propio TSJC a la hora de la actuación de los Mossos”.
El informe recuerda que “de hecho, no hay que menospreciar que la ANC cuente con una sectorial en el cuerpo de Mossos d'Esquadra”.
Denuncias cruzadas
Cerca de 20 juzgados, entre ellos el de instrucción número 7 de Barcelona, investigan las cargas policiales llevadas a cabo por parte de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía el pasado día 1-0.
La fiscalía investiga diversas denuncias de estos dos cuerpos policiales por delitos de odio contra portavoces soberanistas.