Roger Torrent, nuevo presidente del Parlament, en la sede de ERC / EFE

Roger Torrent, nuevo presidente del Parlament, en la sede de ERC / EFE

Política

Torrent consolida la apuesta de ERC de construir la república desde los municipios

Los independentistas aprovechan el tirón del 21D en el AMB para intentar 'hacerse con el control' de Barcelona

18 enero, 2018 00:00

La declaración unilateral de independencia fue el pistoletazo de salida de ERC para construir la república catalana y los ayuntamientos son una de sus principales bazas para conseguirlo. Sobre todo, señalan el consistorio barcelonés como uno de los más importantes --si no el que más-- para establecerse como fuerza principal en el territorio catalán.

Roger Torrent, presidente del Parlament de Cataluña desde la mañana de este miércoles, lanzó un mensaje de apoyo al trabajo que realizan los alcaldes de todos los municipios en un guiño a sus inicios en el partido como concejal en Sarrià de Ter, en Girona.

Objetivo: Barcelona

“Quiero reivindicar mi compromiso con los centenares de alcaldes que ayudan a construir un país mejor. Trabajar en el mundo municipal significa gestionar conflictos, codo con codo, con la ciudadanía; tejer acuerdos con quien no siempre piensa como tú pero con quien nos tenemos que entender”, dijo Torrent en su discurso inaugural en la constitución del Parlament.

Se trata de un paso más en la estrategia que prepararon los republicanos y que desveló el propio Oriol Junqueras, exvicepresidente de la Generalitat de Cataluña, poco antes de que decretaran para él prisión preventiva por delitos de rebelión, sedición y malversación.

Segundos en el AMB

Habló por primera vez del Ayuntamiento de Barcelona como el bien más preciado que ERC puede tener y por el que debía luchar. Y Alfred Bosch, su compañero de filas en la administración municipal, lo reitera siempre que tiene ocasión bajo la premisa de que, sin Barcelona, no hay independencia.

Los independentistas lo han tenido difícil siempre en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), un terreno normalmente socialista, pero el panorama habitual del cinturón rojo se desdibujó tras las elecciones del pasado 21D. Ciudadanos logró una rotunda victoria (24 escaños de los 85 que reparte la provincia y el 26,5% de los votos) y ERC quedó como segunda fuerza (con 18 escaños y el 20,6% de los sufragios).

Bosch, por delante de Colau

El último Barómetro Semestral de Barcelona presentado a principios de enero, además, desvelaba una victoria republicana en la capital catalana con Bosch por delante de Ada Colau, aunque con una diferencia irrisoria de dos décimas: ERC obtendría el 16,5% de los votos si hubiera elecciones municipales ahora y, Barcelona en Comú, el 16,3%.

Otro aliciente para que los independentistas cojan impulso y se pongan en el papel de quien tiene la sartén por el mango para, por ejemplo, ser decisivos --cuanto menos, una pieza clave-- en la aprobación de los presupuestos de 2018 para Barcelona. Colau necesita apoyo o, en su defecto, una abstención. De momento, ellos se decantan por el “no”.

Oportunismo de Trias

El ámbito municipal está en el foco tras las elecciones autonómicas y la oposición lo aprovecha. Los socialistas han cargado contra el exacalde Xavier Trias por estar presente en la tribuna de la Cámara catalana en un acto que han tildado de oportunista de cara a la aprobación de las cuentas.

La propia alcaldesa de Barcelona ha aplazado hasta en dos ocasiones el debate de los presupuestos a la espera de que en la primera división de la liga se aclarasen las cosas y le dieran una pista de por dónde irían los tiros en el aspecto municipal.