“Ciudadanos de Tabarnia, no sóc aquí”. Con estas palabras y haciendo una butifarra a Carles Puigdemont, el presidente de la región de Barcelona y Tarragona, Albert Boadella, ha saludado por vía telemática a sus ciudadanos desde el exilio. El dramaturgo, que ha emulado a Josep Tarradellas, ha sido aclamado al grito de “presidente, presidente”.
¿Es una broma? En absoluto. Lo que empezó como una réplica más o menos humorística al independentismo de Cataluña se ha convertido en un fenómeno viral que hoy se ha presentado oficialmente en un acto cuya asistencia masiva ha desbordado las previsiones. Tabarnia, la antigua región que abarcaba Barcelona y Tarragona, pide paso, no como partido político, sino como plataforma que promueve conciencias. Sus impulsores han advertido de que si los secesionistas presentan una nueva declaración unilateral de independencia (DUI), Tabarnia pedirá un referéndum para seguir en España. Y aseguran que este proyecto “es más serio que lo que mañana se producirá en el Parlament”, en alusión a la constitución de la nueva Cámara catalana y las pretensiones de gobierno telemático de Carles Puigdemont.
El asesor de comunicación Joan López Alegre ha explicado los orígenes y los objetivos de Tabarnia. “No será un partido político. No queremos sustituir a las formaciones, sino que debemos apoyarlas para que continúen con su labor”, ha dicho López. Ha indicado que, tras el discurso del Rey y la masiva manifestación en contra de la secesión del pasado 8 de octubre “el pueblo tabarnés dejó de mirar como le destrozaban la vida” y ha proclamado que “el procés se acaba porque Tabarnia no le apoya”.
Déficit fiscal y voto desigual
Los impulsores de Tabarnia utilizan argumentos similares a los secesionistas, en el sentido de que existe un déficit fiscal respecto al resto de Cataluña. Critican que el voto de un tabarnés valga menos que el de un gerundense y subrayan el hecho de que, en ese territorio, el independentismo fracasa.
“No queremos confrontaciones, estamos de acuerdo en que quien más tiene más paga. No somos un movimiento de gente enfadada. ¿Es una broma? En absoluto. Ellos inventaron la estelada y las fronteras, nosotros la bandera tabarnesa”, ha dicho López.
Ha advertido de que si se presenta una nueva declaración de independencia de Cataluña, “pediremos un referéndum para seguir en España” y ha planteado la posibilidad de que Barcelona sea un distrito federal como México o Washington.
Sin subvenciones
Por su parte, Jaume Vives ha precisado que, a diferencia de las entidades independentistas, Tabarnia no vive de las subvenciones. “A nosotros nos han silenciado durante muchos años, han fingido que éramos gente triste porque defendíamos algo diferente. Pero en Tabarnia no queremos guerras ni confrontación, sino que todo el mundo sea respetado por sus ideas frente al delirio independentista que genera odio”, ha dicho Vives, quien ha asegurado que Tabarnia es un proyecto más serio que lo que “mañana veremos en el Parlament”.
Miquel Martínez ha criticado a los “jerarcas secesionistas” que “persiguen la lengua castellana” y “hacen un uso partidista de los medios públicos catalanes”. Les ha responsabilizado de la fuga de empresas y de que Cataluña se haya convertido en una comunidad “mediocre”. Preparan una manifestación.