El cambio de legislatura, la aplicación del artículo 155 de la Constitución y la consecuente intervención de las cuentas autonómicas no han impedido que la vida protocolaria de los altos cargos de la Generalitat continúe.
El Departamento de Cultura acaba de aprobar la compra de abonos para la temporada 2018 del Gran Teatre del Liceu destinados a atenciones protocolarias de los altos cargos de la consejería. El gasto asciende a 34.512 euros (IVA incluido) e incluye butacas y palcos.
Según consta en el contrato suscrito entre la Generalitat y el Liceu –formalizado este miércoles--, el objetivo es adquirir “el abono de la temporada 2018 al Gran Teatre del Liceu de butacas y palcos para atender las atenciones protocolarias de los altos cargos del Departamento de Cultura”.
La renuncia de Colau
El Liceu es una institución participada por la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación de Barcelona y el Ministerio de Cultura. El compromiso es que Cultura pague esa cifra en un plazo máximo de dos meses.
Estas partidas protocolarias de las administraciones son habituales. Pero no todos los gobiernos están convencidos de la conveniencia de destinar dinero público a los mismos. El pasado verano, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, renunció al palco que el ayuntamiento tenía en el Liceu y que costaba 108.000 euros al año. La institución lamentó la decisión, compensada con la continuidad de las subvenciones que el consistorio le otorga, 2,5 millones de euros (un 14% de la financiación del Liceu).