La propuesta de independizar Barcelona y Tarragona del resto de Cataluña, tal como promueve la plataforma Barcelona is no Catalonia, genera cierto escepticismo, pero también interés en la prensa internacional. El portal Euronews se ha hecho eco de la reivindicación del derecho a decidir de Tabarnia, la antigua región que abarcaba ese territorio".
Bajo el título "¿Podría Barcelona buscar la independencia de Cataluña", este diario digital explica que "el ascenso del movimiento de independencia en Cataluña ha animado a un grupo de ciudadanos a comenzar a trabajar 'seriamente' en la viabilidad de convertir a Barcelona en una nueva comunidad autónoma de España. Si la idea sigue adelante, la ciudad podría ser independiente de Cataluña".
"Desprotegidos ante el independentismo"
La plataforma de Barcelona Via Fora --añaden--, creada hace cuatro años, planea convertirse en una asociación en diciembre y se presentará oficialmente entre finales de año y principios de 2018. "El primer paso es descubrir el apoyo que tenemos entre los ciudadanos", dice el portavoz y economista Carles Bruguera.
Explica que se sienten "cansados, decepcionados y desprotegidos" cuando se trata de hacer frente al movimiento independentista, así como por "el impacto negativo" que ha tenido en la ciudad de Barcelona. Lamentan que más de 2.000 empresas hayan trasladado su sede fuera de Cataluña y que la actividad turística haya disminuido debido a la agitación política.
Bruguera dice que hay otros motivos para pedir la creación de una nueva comunidad autónoma. Uno de ellos es el déficit fiscal de Barcelona en comparación con el resto de las provincias catalanas. "Pagamos entre un 20 y un 25 por ciento más de lo que recibimos a través de los fondos del gobierno", afirma Bruguera.
Asimismo, indica el portavoz, los resultados de las últimas elecciones mostraron que la mayoría no está a favor de la independencia. En 2015, el 44 por ciento de los votantes respaldaron el secesionismo.
La plataforma busca la promoción de la marca Barcelona, proteger la identidad y los valores de la ciudad, recuperar la estabilidad y atraer inversiones. "No queremos romper Cataluña, sino preservar la ciudad", dice Bruguera.