[Examen a TV3] ¿A dónde vas? Patatas traigo

[Examen a TV3] ¿A dónde vas? Patatas traigo

Política

[Examen a TV3] ¿A dónde vas? Patatas traigo

Sanchis, desesperado, dejó a Rovira por imposible, después de que la dirigente de ERC se dedicara a echar balones fuera durante toda la entrevista

17 diciembre, 2017 00:00

Con la Navidad llegan los buenos sentimientos a TV3 con su tradicional Marató benéfica, dedicada este año a las enfermedades infecciosas. Cuando no te informan en los Telenotícies de cómo se prepara la cosa, sale Helena García Melero a contárnoslo. A algunos resentidos nos parece que esto de la Marató tiene un punto hipócrita y que el departamento de Salud de la Generalitat debería encargarse de asignar los fondos necesarios en vez de pasar el platillo entre los espectadores de TV3. Pero, claro, además de recaudar monises para una causa noble, también se trata de un homenaje a la autofelación encargado de demostrar, una vez más, lo buenos y solidarios que somos los catalanes. Bienvenida sea la pasta, pero se podrían ahorrar el buenismo, que resulta un pelín cínico: con emitir cada Navidad Qué bello es vivir ya cumplirían.

El tema del viernes fue la anulación de la hacienda catalana y el Diplocat por parte del Gobierno central, tema con el que se cerró la jornada en el Més 324 de Xavier Graset y en el que brilló con luz propia, como suele, un demagogo de ERC --creo que se llama Colominas o Colomines-- que luce una nariz prodigiosa, perilla de mosquetero y un peinado modelo cortinilla que también es de mucho mérito. Entre los contertulios, Francesc Moreno, al que se permitía hablar de vez en cuando, pero era constantemente interrumpido por Esther Vivas, que es de las que no callan ni debajo del agua.

Balones fuera

En la entrevista previa de Vicent Sanchis le tocó su turno a Marta Rovira. Lejos de relajarse frente a alguien que piensa, más o menos, como él, Sanchis recordó que bajo un convergente también puede haber un periodista y se dedicó a chinchar a Rovira todo lo que pudo: que si no habían cumplido sus promesas, que si no habían previsto nada para el día después de la independencia, que si ella estuvo hecha un somormujo en su debate con Arrimadas en La Sexta... Rovira se dedicó a echar pelotas fuera --hasta reconoció su ingenuidad por no haber visto venir la violencia inaudita del estado español-- o a no responder a lo que se le preguntaba, en el mejor estilo "¿A dónde vas? Patatas traigo". Hasta el punto de desesperar a Sanchis, que veía cómo, una vez tras otra, él preguntaba una cosa y le respondían otra. Me quedé con la impresión de que, al final del espacio, la dejaba por imposible.

Último apunte de la jornada: Iceta dice ahora que tal vez se precipitó al pedir el indulto de los políticos fugados o en prisión. Seña de identidad del PSC: soltar una ocurrencia y retirarla tras la preceptiva colleja de la casa madre. Y a todo esto, nadie le hace un sitio al pobre Fachin en su partido independentista: no descarto la huelga de hambre hasta que caiga algo.