Cargos del PP han admitido que el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, podría ser la única alternativa viable al independentismo y convertirse en presidente de la Generalitat de Cataluña tras las elecciones autonómicas del 21 de diciembre.
Pese a que las encuestas alzan a la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, como la ganadora de los comicios del 21D, la propuesta socialista se plantea como una solución firme para desbancar al secesionismo.
En las filas del PP consideran que el dirigente socialista es el que menos rechazo provoca de sus rivales políticos. Los partidos ya han expuesto sus vetos mutuos y en caso de que se cumplieran los pronósticos y no hubiera consenso, ni pactos, la ingobernabilidad obligaría a la repetición de los comicios dentro de cuatro meses.
Frente constitucionalista
Las fuentes populares consultadas ven muy lejana la posibilidad de que PSC, Ciudadanos y PP puedan sumar una mayoría absoluta, por lo que necesitarían a los comunes de Ada Colau, que ya han descartado acuerdos para apoyar la investidura de los candidatos del PPC y de Cs.
Del mismo modo que los constitucionalistas no tendrán vía libre para gobernar, el bloque independentista tampoco será mayoritario, por lo que la candidatura de Xavier Domènech (CatECP) se sitúa como posible árbitro.
Aun así, Domènech ya ha advertido que no avalará la lista de Carles Puigdemont, aunque sí ve viable la unión con ERC y PSC para que gobierne la izquierda en Cataluña.
¿Reconciliación o penalización?
Por la difícil situación que se prevé a la hora de formar gobierno, Iceta es el candidato que ofrece más garantías de estabilidad gubernamental en Cataluña, según el Partido Popular. Además, podría captar los votos indecisos de última hora.
Eso sí, no se atreven a aventurar si la última idea de Iceta en campaña sobre el indulto para Puigdemont y sus exconsejeros si son condenados --y con la que el candidato socialista quiere abogar por la reconciliación-- podrá pasarle factura en las urnas, en especial dentro del bloque constitucionalista.
"Creo que está todo muy abierto. Las encuestas no valen mucho. Puede pasar de todo", resume un miembro de la dirección nacional del PP, después de que los últimos sondeos publicados coincidan en una pugna muy igualada entre Cs y ERC.
Arrimadas no gusta
Las mismas fuentes creen que el partido de Rivera está sobrevalorado en las encuestas, tal y como sucedió en las generales. Esperan que Xavier García Albiol tenga un mayor apoyo en las urnas al que se prevé. Sostienen que hay una masa de voto oculto que no se atreve a revelar que apoya al Partido Popular.
A un año y medio de las autonómicas y municipales para todo el país, en las filas del PP reconocen que no les agradaría que Arrimadas se convirtiese en presidenta autonómica, ya que le daría un poder territorial que impulsaría a Ciudadanos en el resto de España.