Políticos y medios comunicación vaticinaban grandes y amenazadoras movilizaciones sociales contra la aplicación del artículo 155 de la Constitución española. Sin embargo, la intervención de la autonomía catalana se está llevando a cabo con absoluta normalidad. Expertos consultados por Crónica Global creen que detrás de esos augurios equivocados hay una exageración del relato secesionista y su alejamiento de la realidad.
El profesor de la Universitat Ramon Llull y experto en comunicación política Jaume Risquete considera que “es bastante significativo que desde que se proclamó la independencia el pasado viernes, la ciudadanía proindependencia, en vez de lanzarse a las calles se haya quedado en casa. Eso indica que no tuvo credibilidad. De hecho solo hubiera sido creíble si hubieran descolgado la bandera española del Parlament y del Palacio de la Generalitat”.
Considera que Puigdemont “se equivocó al no convocar elecciones y caer en el relato de la CUP. Aunque no se puede descartar que haya dejado a Mariano Rajoy la iniciativa para no pasar por traidor”, añade. Sobre la normalidad con la que se ha aplicado el 155, recuerda que “ha habido muchas revoluciones a lo largo de la historia que se han producido en el marco exclusivo de una ciudad e incluso de unas calles del centro de una ciudad. Ahora con la emisión en directo de la historia por las televisiones y las redes sociales aún aumenta más esa sensación por efecto acumulativo de las imágenes. Con una simple manifestación de 300.000 personas parece que todo un país está en las calles. Pero la mayoría siempre se queda en casa o va a la playa, como el domingo en Barcelona”.
"Muchas fracturas"
Risquete considera que el llamado procés “ha dejado muchas fracturas en Cataluña desde 2012: social, política, sentimental”, pero considera que en esa situación tiene que ver mucho “la credibilidad de los medios y del periodismo. Se han sacrificado la objetividad, la imparcialidad e incluso la honestidad a la hora de explicar los hechos, ya no digo a la hora de expresar las opiniones”.
“Hemos vivido una verdadera transformación del periodismo en pura propaganda y agitprop, tanto en Cataluña como en el resto de España. Respecto al referéndum del 1 de octubre y las cargas policiales, no tenía nada que ver la realidad que se enseñaba en TV3 y la realidad que enseñaba TVE”.
Para el profesor de Sociología de la Universidad de Toulouse Jerôme Ferret “los medios de comunicación se nutren de los tópicos, de categorías de análisis vacías producidas por dos campos radicalizados, por dos nacionalismos étnicos que derivan en un psicodrama increíble”.
Regresión política
“Si reducimos la política a la aplicación del artículo 155 –añade--, es el fin de la política. Es una cuestión burocrática. Lo que me sorprende es la falta de profesionalidad y de responsabilidad de los líderes políticos independentistas”. En este sentido, indica que “la sociedad catalana y sus separatistas no logran mirar cara a cara la realidad tal como es: precariedad, crisis escolar, racismo social, radicalización política y religiosa, el confinamiento ideológico de unos. Lo que esconden la posverdad y el espectáculo político es la regresión política, la calidad cero del debate sobre las políticas públicas, la rigidez y la pobreza del lenguaje”, afirma este sociólogo, autor del libro Crisis social, movimientos y sociedad en España hoy (Sibirana Ediciones).
Según Ferret, “lo mismo ocurre con Madrid y el PP, que no entiende las nuevas aspiraciones políticas y sale como de costumbre con su relato españolista”. El sociólogo cree que la vieja política no acaba de extinguirse y que es necesario “retomar el contacto con la sociedad civil y volver a hablar de la cuestiones de fondo de sociedades fracturadas por dentro”.