La escuela de los Mossos d’Esquadra y de los bomberos de la Generalitat ha inaugurado este viernes su curso académico 2017-2018, con un acto realizado en el centro, el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña (ISPC). La policía catalana ha recibido plantón de la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Ejército.
Ningún representante de estas instituciones ni del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ni de la Fiscalía ha acudido al evento, que han presidido el director de los Mossos, Pere Soler y la directora del ISPC, Annabel Marcos. El consejero de Interior, Joaquim Forn, tampoco ha podido asistir al acto, que sí ha contado con la presencia del mayor del cuerpo autonómico, Josep Lluís Trapero, en libertad con cargos por un supuesto delito de sedición.
Ovación para Trapero
El major de los Mossos ha sido ovacionado, con el público en pie, durante unos minutos, después de que la exdirectora del centro Núria Aymerich se haya referido a él en su discurso y le haya dedicado una de las distinciones junto a todo el cuerpo “como signo de admiración por su voluntad de servicio, compromiso y lo que representan”.
El plantón de los cuerpos de seguridad del Estado además del Ejército y la judicatura llega un día después de que la Fiscalía de Barcelona anunciara que dejará de colaborar con el ISPC por la situación política y el papel de los Mossos en el 1-O. Los profesionales del ministerio público dejarán de impartir clases en la escuela.
La justicia investiga el papel de la policía autonómica los días 20 y 21 de septiembre en Barcelona, cuando una comitiva judicial y varios agentes de la Guardia Civil fueron rodeados por miles de manifestantes en la Consejería de Economía. Y también si cumplió las órdenes judiciales el 1-O, durante el desarrollo del referéndum ilegal.