Fue una gala deslucida desde el punto de vista institucional debido a las significativas ausencias del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y de los Reyes, que sí acudieron el año pasado. Pero el backstage de la gala de los Premios Planeta celebrada el domingo estuvo muy cargado de contenido político.
Ocurrió muy discretamente, y a instancias del consejero de Empresa de la Generalitat, Santi Vila, quien solicitó al presidente del Grupo Planeta, José Creuheras, una sala para reunirse con la presidenta del Congreso, Ana Pastor. Eran los políticos con más rango institucional en la tradicional cena, de ahí que centraran las miradas de los invitados.
Pastor y Vila mantienen una estrecha amistad que se remonta a la época en la que ella fue ministra de Fomento y él, consejero de Territorio y Sostenibilidad. Ejemplo de esa excelente relación es la presencia de Pastor en la boda de Vila en Peralada (Girona) en 2014.
Reconstruir puentes
El encuentro se prolongó más de lo que prevé el protocolo de este tipo de eventos. Y según fuentes conocedoras de esas conversaciones, el exalcalde se ofreció como mediador para reconstruir puentes entre Gobierno y Generalitat. Un portavoz de la Consejería de Empresa asegura que esa reunión no llegó a producirse y que, ni mucho menos, el titular de este departamento planteó esa intermediación. Por contra, fuentes próximas a la Moncloa aportan detalles.
El consejero expuso a la presidenta del Congreso la necesidad de establecer un diálogo. Vila tiene tablas en eso pues, según explican las citadas fuentes, los viajes del consejero a Madrid habían sido frecuentes hasta hace pocos meses. Y en ellos, acostumbraba a tener como interlocutora a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Eran los tiempos de una operación diálogo posteriormente fallida. Pero el consejero de Empresa no se ha dejado arrebatar ese papel conciliador que en su día tuvo el expresidente de UDC Josep Antoni Duran Lleida y que le sitúa como un posible presidenciable de PDeCAT, una vez el partido asista a su enésima catarsis.
Vila también habló de un futuro en el que él mismo estaría llamado a tener un papel protagonista, dado su conocido talante moderado y ajeno a las vías unilaterales. Cuentan que su artículo de opinión, en el que pedía dar una última oportunidad al diálogo, contribuyó a que un Consejo de Ministros pospusiera la puesta en marcha del artículo 155 de la Constitución. Pero fue por poco tiempo.
Por parte de la exministra del PP hubo pocos compromisos ya que la idea de sentarse a negociar con Puigdemont no pasa en estos momentos por la cabeza de Rajoy. Para su entorno más adverso, eso sería claudicar.